martes, 14 de abril de 2015

«Enseñar es hacer nidos», por Cristina Castello

«Y los árboles y la noche
 no se mueven
 sino desde sus nidos» (G. Ungaretti)



Los nidos respingan tormentas y abrasan inviernos.
Los nidos germinan plurales y labran «nosotros».
«Nosotros» es música de adagios, adagio y allegro, o allegro con fuoco.
Los amé, los amo tanto... 
con gabriel bauducco y mª laura ponce de león
90 alumnos, me dijeron entonces. 
90 almas, sentí. Tenían 18, 20, 22 años, algunos, mi edad...
Y siempre que enseñé, fue universo nido.
Pero estas 90 almas, ojos con preguntas, fueron más intensidad que mi siempre ardor.
Hice trampas y sabían. Les sembré poesía. Y tomaron la antorcha.
Les enseñé «la entrevista periodística»; y les di lo que tengo para dar. Todo lo mío. Para que ayudemos a un mundo sin amos ni esclavos; para días suyos con luciérnagas.
Los agobié con «persistencia y dedicación»; y con que «talento sólo no alcanza».
con cecilia cardiello, mª laura, sergio sorín, etc.
Pero tiré todas las semillas de poesía y fraternidades que mi alforja abriga.
Y las 90 almas también me sembraron. De ojos hambrientos de luz.
De su ampararse en mí, para ampararme. De sus sondeos al Absoluto. Luchamos por utopías idénticas. Dije utopías,  no utopismos.
Y la mística de creer y crear para un mundo humano, cortó distancias de generaciones.
Terminada la clase, vinito en el bar y al día siguiente y al otro y al otro, en el bar, en clase, en mi casa. Vernos. Estudiaban, aprendían, soñaban, luchaban. Indagaban la vida. Hacían barriletes con ella, los remontaban y apresaban.
Y yo. La vida me latía en mí y en ellos. Y los veía crecer.
con adolfo  "chanpi"rozenfeld en mi casa
Descansamos en confianza.
Los árboles y las hojas danzaban, desde los nidos.
Una noche Mario Schiarolli no fue a una clase mía y supe que era grave.
Desperté al nido. Y todos y todas como guardia de ángeles, llegaron a él.
Un segundo antes.
Entonces, el hospital y turnos para acompañarlo; y Sergio, que transmutó en contrabandista; y con chocolatines para enfermeros, nos franqueaba la puerta de la terapia intensiva, helada.
Y Mario enrejado tras tubos. Pero en nido. La dicha se puede aún en horror, cuando el amor alumbra. 
con los anteriores + inés rabinobich
e invitados

Lo cuidamos, cobijamos, amamos; le dije poemas y que «al salir volaba el vuelo».
Mario, vida difícil y siempre lágrimas de ojos sin llanto, mejoró. Y primavereaba.
Murió de pronto.
Ya no volaba el vuelo.
Y adagio en desierto. Y hasta hoy, soplo ausente de presencia viva.
Diez años, ya.
90 almas entonces.
89 almas hoy son profesionales, padres, madres, novios. Bondades.
Y «nosotros» es de pronto y todavía: «Cris, me caso y vení»; «Cris, te equivocás»; «Cris, ¿cómo era el poema de...?»; «Cris, no quiero que seas fuerte»; «Cris, tengo un problema ético»; «Cris, lo que nos dijiste ya no va...los medios no quieren verdades»; «¡Crissss....es una urgencia y te necesito¡ ... ¿Cómo hacíamos la caipiroska?». «Cris, Cris, Cris....»                   
inés, mªlaura, yo, champi, inés, inés al piano
y en mi casa
Y siempre la mística y el amor que son lo mismo y son Gracia.
Los amé, los amo tanto.
Y siempre el nido.
Que respinga tormentas, abrasa inviernos y gruñe intemperies.
10 años, ya.
Miro el cielo y veo un espejo.
Por tumulto de árboles y hojas.
Que se mueven desde sus 
                    Nidos
con muchos, unos años después


1) Di clases en TEA. Taller Escuela Agencia. Carrera de periodismo. Mi cátedra, «La entrevista periodística», en dos períodos, allí. Después, hice talleres, seguí enseñando; y seguiré. El relato anterior, corresponde al año 1991 de mi ejercicio de la docencia. Seguí dando clases de manera       particular. Hoy, en París —octubre de 2007— siento lo mismo: los amé, los amo tanto.                                                      
   
c/mªlaura, en amsterdan, en miami, en mi casa
*Fotos. De los chicos, con los chicos, en estudio, en mi casa, en la radio, en algún viaje con una de las chicas, después... Vivencias. Huellas. Siempre, como para siempre es el Amor. Aunque casi nadie lo crea,
Cristina Castello, París -2007

Eduardo Galeano o las muertes que despiertan un reaccionarismo oculto, por Cristina Castello


Foto: Eduardo Guastavino, La Nación
Me espanta ver ciertos  textos  de ciertos periodistas, escritores o, simplemente, de personas del común;  con una enorme irresponsabilidad, niegan a Eduardo Galeano, al mismo tiempo que han honrado a muertos que fueron cómplices y/o coautores de tantas muertes.
Ayer negaron a Juan Gelman, poeta enorme y -para quienes necesitan títulos, pues jamás rozarán la entraña de la Poesía- para ellos, recordemos que fue Premio Cervantes.
Eduardo Galeano no fue, ni es, una referencia para mí, ni en literatura, ni en nada (lo siento, pero es así); dicho esto, aunque pueda yo parecer una iconoclasta; tampoco idealicé jamás, como tantos lo hicieron, ni a Fidel Castro ni al Che Guevara. No.
Pero no se puede ni, creo yo, se debe, juzgar el pasado, con los ojos del presente. Y, si es posible, si algo bueno nos queda adentro todavía, tratemos, aunque sea, de ser justos. Y nobles.
La responsabilidad, sobre todo de quienes somos periodistas, escritores y/o de  aquellos cuya palabra es más escuchada que otras, es enorme.
El reaccionarismo en que han caído, es realmente lamentable. Todos los diarios del mundo, incluido el New York Times, han dado un lugar a Galeano; todos, también, en Argentina. Sólo algunos reaccionarios  vernáculos, no lo han hecho.
AQUÍ, una nota de Santiago KOVADLOFF, que vale la pena; nota escrita desde las diferencias ideológicas, pero con nobleza.

Cristina Castello, 14 de abril de 2015
Blog (français):   http://www.cristinacastello.fr


«Sin Máscara», de Cristina Castello: Videos de 60" con 8 de los invitados (I)

Cristina Castello, con Pía Sebastiani, música- 24/08/2000


Música, poesía y vida, sin torres de marfil. Nada "culturoso": la cultura atravesada por la vida.
La artista dijo El claro de luna, de Claude Debussy; y alborozó con ella, el piano Blüthner flamante en Argentina, que busqué para sus manos-alas; y el Nocturno N° 3 en La Bemol de Gabriel Fauré, y Scarlatti... Instante vértice de belleza, que el público disfrutó; a su pedido -y no es fórmula- tuve que repetir 9 veces el programa.

Cristina Castello, con el Dr. Gregorio Klimovsky, científico- 20/10/1999

Gregorio Klimovsky en "Sin Máscara"; científico para quien ciencia es conocimiento sistemático y controlado; que es universo espiritual, imaginación y fantasía.
Que la ciencia, ¡vaya!, es poesía. 
Cristina Castello, con el artista Guillermo Roux


El que agradece que en la tierra haya música, evocó Guillermo Roux en Sin Máscara. Como un mar en calma que estalló en ramilletes de espuma. Que la belleza transforma, que la belleza terrible, mata. Maestro Roux, poeta de pinceles y de palabra.

Cristina Castello, con el artista Oscar Barney Finn, 03/06/2000

El arte y lo dijo, es una manera de andar por la vida; estética que contiene ética. Barney Finn evocó, con sencillez de aurora, el ayer, el presente, su vida y todas las vidas conjugadas en arte.
Cristina Castello, con el escritor Marcos Aguinis - 12/11/99




Conseguimos escondernos tan bien, que luego nunca más volvimos a encontrarnos, leyó Marcos Aguinis en "Sin Máscara", fragmento de un poema de H. Heine que elegí; y, a partir de ahí, los misterios de Eros, en sus diferentes formas.

Cristina Castello, con el Dr. Osvaldo Álvarez Guerrero,  político, escritor.../25/07/2000





Una de las mentes más lúcidas de Argentina; con él hablamos sobre "la selva espiritual de la creación estética, de la política cuando es "docente y decente". Siempre sustancial, Álvarez Guerrero, sin artificios.
Cristina aon Eva Giberti, psicóloga y psicoanalista... 02/09/1999

Y cuál el color del crepúsculo; y cómo, el alma de un jubilado, y un avión que es almas en vuelo; y cómo ríe la naturalezam y dónde Dios. Y Eva Giberti, con la responsabilidad de la palabra, bucea en su interior para cada respuesta...                                        
Con Eduardo Milewicz, cineasta- 11/10/2000

  

Las cámaras quitan disfraces y muestran verdades, dijo Milewicz. 
 Y ocurrió. Como cuando hizo "La vida según Muriel", se mostró con

"esa necesidad que vaga serena e  ineluctable por el alma"
  
SIGUE AQUÍ

domingo, 12 de abril de 2015

«Sin Máscara», de Cristina Castello: Videos de 60" con 6 de los invitados (II)

Ver los anteriores, AQUÍ

Con Graciela Borges, actriz  - 01/08/2000


Con Graciela Borges, la poesía es una orgía de sol. Y aquellos días suyos en casa de Rafael Alberti; y los versos dichos por Vittorio Gassman, y los cuentos de Miguel Asturias... Y siempre, entre las dos, la "Carta Nº 2" de Idea Vilariño.


Con el Maestro Pedro Ignacio Calderón, entonces director de la
Orquesta Sinfónica Nacional- 01/07/2000


 El Maestro dirige un instrumento musical integrado por seres humanos. La orquesta es el instrumento.  Arte y el único que alumbra la vida, de espaldas al público, en los escenarios
  

Con Elisa "Lilita" Carrió, entonces
diputada de la Nación - 03/07/99


La "fiesta" menemista, enmascaraba; y Elisa Lilita Carrió ya  era conocida y mucho. Pero no tanto, como después de investigar el lavado de dinero en Argentina. Un día, la vida pedirá la palabra-


Con Antonio Pujía, escultor - 15/05/2001

Celebración siempre de la vida, Antonio la bendice con sus esculturas, son su risa, con su inocencia y hasta cuando el dolor lo habita. Diálogo amoroso, en y detrás de los mundos misteriosos que pueblan sus obras.


Con Domingo Cavallo, ex-ministro de Economía y ex-Canciller
15/05/99

Fue el primer invitado de "Sin Máscara", que empecé con la idea de "políticos que no hablen de política". Lo había entrevistado varias veces, con dureza. Esta vez, en cambio, recordó su tiempo niño, y también me dijo: "Mi mujer es más linda que Sofía Loren"


Con Estela Barnes de Carlotto, 10/08/1999


Hubo alegría y dolor: la vida, en su paso por "Sin Máscara". Equilibrada, serena, Estela se dedicaba todavía, sólo -y tanto y tan importante- a la noble tarea de Abuela de Plaza de Mayo. No hacía política entonces, ni apoyaba a militares investigados por crímenes y torturas. 


Los programas fueron muchos, van estos segundos de algunos, como una muestra
Ver los anteriores, AQUÍ
 
  


jueves, 9 de abril de 2015

El papa no quiere un embajador gay en el Vaticano/ texto y traducción del francés por el Pastor Lisandro Orlov

El puesto de embajador de Francia ante el Vaticano permanece vacante. La Santa Sede no ha convalidado al candidato homosexual propuesto por François Hollande, quien debe resolver nombrar a otra persona.
"Si una persona es homosexual, ¿quién soy yo para juzgarle ? Debemos ser hermanos » había declarado el Papa Francisco en julio de 2013. (Massimo Valicchia/NurPhoto)
El papa Francisco muy posiblemente no es tan « gay Friendly » como el hubiera querido dejarnos creer y es Francia quien viene de aprenderlo a sus costas. François Hollande había nombrado en enero último un nuevo embajador ante el Vaticano, un tecnócrata especializado en cuestiones religiosas, Excepto que esta nominación coloca un problema para la Santa Sede. Porque Laurent Stéfanini es homosexual-
Como forma de respuesta a este nominación, el Vaticano ha escogido el silencio, informa el « Journal du dimanche », el miércoles 8 de abril. En resumen, la Santa Sede rechaza el valida resta candidatura y François Hollande tiene ahora que proponer un nuevo embajador para el puesto que permanece vacante desde principios de marzo, luego de la salida de Bruno Joubert, que pasó la Cour des comptes.

Estaba ya en funciones en el Vaticano desde el 2001 al 2005

Sin embargo, la candidatura de Laurent Stéfanini, decidida el 5 de enero, había recibido el apoyo del arzobispo de París el cardenal André Vingt-Trois. Pero según el « Journal du Dimanche", a través de la organización la «Manif pour tous», a través de la intermediación de su presidente Ludovine de La Rochère, se pusieron en marcha como para impedir la nominación Laurent Stéfanini.
En la práctica, el jefe del protocolo de l'Elysée parece reunir todas las condiciones para este puesto : este hombre de 55 años conoce perfectamente la Santa Sede. Ha trabajado en la embajado francesa ante el Vaticano desde 2001 hasta el 2005 y a continuación paso a desempeñarse como consejero para los asuntos religiosos del Quai d’Orsay [Ministerio de Relaciones Exteriores]
Con el presidente  francés François Hollande


Este asunto molesta a la presidencia, que, de acuerdo con el « Journal du Dimanceh », se resolvería proponiendo un nuevo candidato, como para preservar las buenas relaciones con la Santa Sede. Ciertos miembros del Vaticano habían considerado abiertamente que la proposición de Francois Hollande era una provocación. M. O.
(Traducción del francés : Pastor Lisandro Orlov. Buenos Aires, 9 de abril de 2015.)

En francés, ACÁ y en todos los medios

lunes, 6 de abril de 2015

Semillas (himno a los Justos), por Cristina Castello (texto y audio)


Escuchar "Semillas" en la voz de Cristina Castello, ACÁ

Presas. Van a encarcelarnos. A ellas y a mí.
Ellas. Las miles más miles de almas esbeltas
que conmigo son contrabandistas.
De valores. De utopías posibles. De Arte.
Arte. Negación de la finitud humana.
Vivir sin máscara es un deseo de belleza.

Es mi sueño de siempre vigilia por los sueños.
Es sed de manos abiertas.
Esta sed mía grande tanto ya que ahoga.
Quiero que cada ventana alumbre un violín un piano un arpa.
Que en todas las avenidas del mundo
esculturas de Giacometti miren en deleite a La Piedad.
Quier
o que en todas las sedes de los gobiernos todos
un Cristo de Velázquez aborte el horror.

Esta sed. Sed bendita que agosta y reverdece el alma.
Vida esta prodigiosa que alarga el deseo de asirla. Toda.
Y la tregua que viene con pasos demorados.
Quiero que Fra Angélico escape de El Prado
y su Anunciación recorra al mundo en Luz.
Quiero que Redon y Mantegna, Ucello, Morandi,  Leonardo  y Monet,
sean huella. Faro. Y deroguen verdugos para que Nunca Más.

Quiero que sepamos de una vez por Dios ya es hora
que en amor la entrega absoluta es certidumbre de libertad.
Que por las mañanas en lugar de noticias de almas sin ángeles
Bach, Poulenc, Mahler, Di Lasso, Debussy, Schubert y Chopin
estallen sobre un Río de la Plata que transmute en mar.
Mar azul de amor que en noche arrulle almohadas
con madrigales, adagios y claros de luna.

Quiero. Quiero y siembro. Quiero.
Que enseñemos bondad con bondad
Que el cielo esté siempre pecoso de estrellas
Quiero adultos con risa virgen y ángeles que retraten en niños
Que los impiadosos respiren a Blake.
Que Rilke exorcice la obviedad
Que los viejitos vivan en honor
 Que el País el Continente el Mundo el Universo
sean para iguales y sin discriminación

Quiero. Que Eluard, Desnos  y Rimbaud, Quasimodo, Yeats,
Lorca, Kavafis y Celan, dancen en  poesía sobre todas las almas.
Y que entonces la Canción de la Alegría de Schiller
La Oda a la Libertad la Novena de Beethoven
sean el Himno de todos los Justos de la Tierra
Para vivir con sed sagrada sed
Para amanecer en víspera
Para sembrar arte y amor
Para no ver ya
Máscaras

Sólo luz sólo verdad.

Escrito en Buenos Aires en el año 2000
 Poema del libro « Soif » (« Sed »), francés - español
Publicado en Paris - Octubre 2004

MANIFIESTO Arte, Poesía y Vida, por Cristina Castello y Ricardo Dessau

©Cristina Castello
«Porque los hombres, Sócrates, han olvidado la obligación de pensar...»
Miguel Betanzos: Sócrates, el sabio envenenado

 Nosotros, poetas del universo  decimos
 «¡Basta!» y decimos «lobos».
« ¡Basta!»: una de las más hermosas palabras poéticas pronunciadas o a ser pronunciadas aún.
«Lobos».  Los poetas somos «lobos esteparios», y nos «organizamos», al modo de los lobos, no al del hombre lobo del hombre. 
«Los lobos sanos y las mujeres sanas... han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rastro de él. La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar.” -Clarissa Pinkola Estés, «Mujeres que corren con los lobos».
Nosotros, poetas del universo, somos lobos en defensa de ese «territorio salvaje» y sublime que, por fortuna, aún existe debajo de la vida transformada en «Dios Mercado».
Los poetas del universo aullamos que la Poesía es opositora, crítica, rebelde y subversiva por naturaleza.
Que la poesía destruye y se autodestruye en un solo movimiento.
Que se recrea a sí misma, y recrea el mundo permanentemente. Nietszche: «Di tu palabra y rómpete».
Decimos, con los surrealistas, que la Poesía es libertad absoluta.
Que es imaginación.
Y con el fuego prometeico de León Felipe, en un grito de ángeles, aullamos que la Poesía es un sistema luminoso de señales.
Aquí nuestro « ¡Basta!», nuestro aullido, nuestras señales.
Y nuestro intento de alas: 
  
  1. « ¡He aquí el tiempo de los asesinos!», escribió Rimbaud. Este tiempo se ha extendido hasta el siglo XXI, se ha profundizado como nunca y, por fin, parece haberse arraigado en la Tierra para siempre.

  1. Nosotros, poetas del universo, nos revolvemos contra ese «Tiempo de los Asesinos», como lo hizo la Poesía desde que el primer ser humano alumbró el primer verso y el primer ser humano dejó su primer trazo en la primera caverna.

  1. El Tiempo de los Poetas es el de las Madres dadoras de Vida. « ¡Ah, qué buena la tierra de mi huerto. Hace un olor a madre que enamora!» (Miguel Hernández).

  1. Es el tiempo de la poesía escrita y cantada en femenino, aunque la cólera, la disonancia, las aberraciones del lenguaje (para los «académicos»), la falta de «decoro» (para los «bienpensantes»), y la sed angustiosa de reparación dominen, y nos muestren como retoños de los viejos «asesinos». 

  1. Las mujeres y los varones poetas del Siglo XXI hemos decidido «matar» con palabras a los Asesinos con armas. Palabras no regladas por nadie más que por el propio poeta. Palabras no fraguadas en ninguna fragua más que en la suya: ni siquiera en la de los dioses, aunque el canto sea un don de ellos, ni menos que menos en la del lenguaje al uso (o «no lenguaje», en rigor), burda caricatura del Lenguaje Común y, por tanto, de la Razón Común, que les han sido arrebatados por los Asesinos al Pueblo convertido en masa.

  1. La masa no entiende la poesía; el Pueblo –o lo que aún pueda quedar de él–, sí.

  1. La Ilíada o la Odisea eran poemas tan extraordinariamente bellos como populares. En aquellos remotos tiempos no existía ninguna diferencia entre los griegos, o los antecesores de los griegos, y sus poetas. Grecia fue primero la Poesía y luego la Filosofía. Y la Poesía, durante siglos, se transmitió de boca en boca (y así se fundó la tradición oral), y la Filosofía era discutida en la plaza pública, en el mercado -con minúscula: tan sólo se trataba del mercado de huevos y gallinas- (y así se fundó la dialéctica, la discusión razonable tan vituperada hoy por el positivismo, el pragmatismo o la Razón Técnica).
©Cristina Castello 

  1. El positivismo, el pragmatismo y la Razón Técnica cumplieron la «misión» para la que nacieron: despojaron a los seres humanos de su herramienta fundamental: la posibilidad de decir «No», de criticar, de disentir. Lo despojaron de su «negatividad», el atributo humano por excelencia, el único que nos diferencia del resto de las criaturas del universo. Le domesticaron la rebeldía. En suma, nos transformaron en un «Sí» absoluto. Somos máquinas de admitir, consentir y asentir «consensos». Reflejos condicionados. La Humanidad se encuentra al borde de un precipicio cuyo fondo monstruoso no podemos concebir siquiera. « ¡Basta!», bramamos los poetas del universo.

  1. De las dos dimensiones esenciales que nos constituyen (la del «Sí» y la del «No»), nos han dejado sólo la primera, porque descarada pero insensiblemente se robaron la segunda. De ahí que los hombres sean hoy la reproducción fiel de aquel Hombre Unidimensional del que nos habló por primera vez el filósofo Herbert Marcuse en 1964.

  1.  Sin embargo, la Belleza, la Verdad y el Bien (los valores supremos socráticos y de toda la filosofía que siguió) sólo pueden ser captados en todo su esplendor por el «No».
El «No» niega la comodidad, la facilidad y la vulgaridad del dato inmediato, los «hechos». El «No» es símbolo de libertad.
Que la Tierra gira alrededor del sol, y no a la inversa; que el «David» de Miguel Ángel tiene la perfección de la que no hubiera podido gozar jamás el David real; y que el «otro», el prójimo, soy yo, constituyen revelaciones, manifestaciones del Ser que sólo se pueden avizorar más allá de los datos brutos de los sentidos, más allá del consentimiento ingenuo (del «Sí» asesino) que damos a lo que se nos aparece cotidianamente.

  1.  Los poetas del universo seremos los Poetas del «No», o no seremos nada.

  1.  Para nosotros «la Belleza será convulsa o no será» (Bretón).

  1.  Ese «No» es «totalitario» en el mejor sentido del término, es decir, es un «No» «totalizador». Incluye todos los asuntos del mundo humano, puesto que «nada humano nos es ajeno».
No nos son ajenos ni el amor, ni el erotismo, ni la sexualidad.
Ni la Pasión del Absoluto (Louis Aragon).
Ni las hoy llamadas «guerras».
«Guerras», dicen de las agresiones contra los pueblos más débiles de la Tierra, si son poseedores aún de alguna riqueza que se pueda saquear; o si ocupan alguna posición estratégica desde el punto de vista de la prosecución de la sagrada tarea del saqueo de otros pueblos que todavía queden relativamente indemnes. A los poetas del universo no nos son ajenas, y las vibramos. 
Como no nos son ajenas la miseria crecientemente «globalizada», ni la falsedad de  los también cada vez más globalizados «derechos humanos» que, en realidad, son los «derechos de los solventes».  «Derechos Humanos»: he aquí otra jugarreta con las palabras, esas palabras que tenemos el deber irrenunciable de defender de todo truco, de todo pase mágico que pretenda ocultar o deformar  la verdad. 

  1.  Los poetas del universo tenemos el deber de alumbrar auroras. Puesto que nuestro oficio son las palabras, nuestra obligación  -junto a nuestros camaradas creadores de la ficción literaria-       es la de desenmascarar los millones de términos y frases obviamente falsos que  nos «venden» como obviamente verdaderos.  Al igual que en el caso de los tan recitados «derechos humanos», nuestro deber moral, subversivo, escandaloso, demencial, para el mundo «políticamente correcto», consiste en denunciar la ya insoportablemente extendida y normalizada «defensa del medio ambiente».  ¡No! Rechazamos esa bandera cuando, hoy más que nunca, es enarbolada hasta el cielo por los mismos que depredan el planeta sistemáticamente. Abominamos también del resto de las banderas negras de los piratas del siglo XXI. Estas banderas ya no ostentan una calavera con dos huesos atravesados. En una mueca de puro mentir, nos exhiben los rostros de jóvenes bonitas o fascinantes, según corresponda, rostros con los que nos venden desde un automóvil hasta la creencia ingenua de que lo único que les importa a estos Asesinos internacionales, multinacionales y nacionales es nuestro bienestar o la preservación de la Naturaleza, nuestros «derechos humanos» y nuestra bendita -pero en el fondo despreciada por ellos- Madre Tierra. ¡Fariseos!  Los  poetas del universo tomamos como ejemplo al Cristo de los Evangelios, y marcharemos junto a los Pueblos cuando despierten y griten « ¡Basta!», y echen a los mercaderes del Templo. 
El Templo del siglo XXI ya  no está en Jerusalén: es la propia Humanidad encadenada y utilizada como hiedra enmohecida. « ¡Basta!»: Basta de seres humanos condenados y agradecidos de ser sometidos a las sombras.

  1.  Los poetas del universo nos comprometemos al amor.
 Porque tenemos la certeza de que ya no se vive el amor en los tiempos del cólera, sino la cólera despojada de todo amor. Y que por el sexo sin alma, ni vida, ni albores que nos rodea -virtual, incoloro, inodoro e insípido- , el Eros terminó en mera gestualidad patética y olvidó toda trascendencia.
El deseo pasó a los objetos de consumo y se consumió en ellos. Renunció al deleite de la comunión de cuerpos, almas y mentes, y convirtió al mundo en un «no lugar» deserotizado, con hombres y mujeres librados al consumo de su propia soledad.
Nosotros decimos « ¡Basta!» a este «hoy» deserotizado del mundo, donde cada «yo» es una mónada sin ventanas desde la cual nadie puede comunicarse con nadie. En esta compra-venta «global» donde también el amor es una mercancía, es hora de decir -otra vez con Marcuse- que la llamada «Revolución Sexual», que por fin iba a liberarnos y entregarnos la Felicidad, se convirtió finalmente en la «Revolución de los Negocios».
La Belleza es nuestro deber.

  1.  Un mundo sin amor es un mundo sin poesía. Si John Donne, Paul Eluard, Julio Cortázar, Paul Celan, García Lorca, Miguel Hernández, Nazim Hikmet o Robert Desnos resucitaran en este siglo «cambalache», continuación y superación insuperable del «cambalache» anterior, no escribirían, sin embargo, poemas ajenos al erotismo ni a la excelsitud del amor. Y nosotros, poetas del mundo situados en la más dramática encrucijada de dos siglos, levantamos sus antorchas y tratamos desesperadamente de reerotizar el mundo, desde y con nuestra Poesía.

17.  «No son restos, son semillas», dijo Tencha Bussi, frente a los «restos» de su amadísimo                 hombre y esposo, Salvador Allende. Y nosotros, poetas del mundo, nos comprometemos en            la   esperanza, en la lucha celeste y en la siembra. Para poder decir un día: 
   «Cumplimos. Hemos ‘matado’, con palabras, a los Asesinos».

* «Las semillas dieron sus frutos y petrificaron guadañas, para que nunca más haya mártires. Nunca. Nunca. ¡Nunca Más!»
* « ¡He aquí
      Por fin
      El tiempo de los que aman!»


... y aun cuando el rebaño pudiera vivir amordazado, aun cuando algunos toleraran o acaso prefirieran la discreción, él, Sócrates, no imaginaba siquiera un mundo hecho de silencios, un mundo sin la palabra que despierta, que aviva, que estimula, un mundo en que no existieran los versos de Homero ni las tragedias de Eurípides ni las historias de Heródoto. No imaginaba un mundo ayuno de voces y palabras, pues la palabra era como el antiguo fuego que Prometeo había robado a los dioses; la palabra otorgaba sentido al hombre y le confería un aura sagrada, casi divina, y sin ella quedaba reducido a una mera criatura salvaje y sentenciada a errar por el mundo como una sombra». Ibídem.]

© Cristina Castello y Ricardo Dessau 


Buenos Aires, 21 de noviembre de 2005