El 22%
obtenido en las Primarias Abiertas en la CABA por ECO, fuerza conformada por la
Unión Cívica Radical, el Socialismo y otras agrupaciones y expresada en las
candidaturas de Martin Lousteau, Graciela Ocaña y Andrés Borthagaray, cobra
mayor relieve si se tiene en cuenta que confrontaron con dos inmensos aparatos
y maquinarias electorales. Por un lado el Gobierno de la Ciudad, conducido por
el Pro, que polarizaron la elección a través de sus candidatos y dispusieron de
enormes recursos, y por el otro, el Gobierno nacional con el Frente para la
Victoria de la Presidente que concurrió a las elecciones con siete candidatos
obrando como “colectoras”, inmensos recursos y los medios de comunicación
oficialistas jugando a full en su favor. Esto incluye algunas encuestadoras,
como Poliarquía (hoy porquería), empleados bien remunerados de Daniel Scioli.
Las mismas intentaron instalar que el oficialismo Kirchnerista era la segunda
fuerza en la Ciudad y que concurrirían al ballotage con el Pro, ese trabajo lo
hicieron durante las semanas previas a la elección.
Estas adversidades agigantan los
resultados obtenidos por ECO, que desarrolló una campaña a pulmón, con mucha
militancia especialmente Radical y cargada de propuestas.
Hay que redoblar ese esfuerzo de
cara a las elecciones generales con la convicción de que se puede ganar en
segunda vuelta, gran parte de los votos obtenidos por Gabriela Michetti pueden
migrar hacia ECO.
El agresivo discurso del
representante de la agrupación Cámpora, Mariano Recalde, festejando como si
hubiera triunfado, sólo es superado por el papelón del lenguaraz Aníbal Fernández,
quien aseguró que eran la segunda fuerza en la Ciudad y hasta se aventuró en
decir que la diferencia a favor de su sector era del 5%.
Es el mismo personaje que ha
dicho del Fiscal Federal Especial Alberto Nisman, que era un delirante,
delincuente, homosexual, mujeriego que despilfarraba los fondos públicos y
borracho entre otras cosas, y que su madre, la de Fiscal, debería estar presa.
Casi como el mundo del revés pero sin ninguna belleza poética.
El problema es que no se trata
sólo de un provocador inmoral, es nada más ni nada menos que el Jefe de
Gabinete de Ministros del Gobierno Nac&Pop de Cristina Fernández.
Si alguien abrigaba alguna duda
acerca de lo que debíamos hacer en la Convención de Gualeguaychú para poner una
bisagra a esta realidad degradante, espero que se le hayan disipado… y si no
como dicen los españoles: “sobre apaleados cornudos”.
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