Con respecto a las movilizaciones que se realizan bajo el lema "La ley de Medios no se toca", hago tres preguntas:
1. ¿Desde cuándo está mal proponer cambiar una ley y, en cambio, proclamar que "no se toca" , como si fuera una imposición sagrada? (Twiiter: #LeyDeMediosNoSeToca)
2. ¿Cuál es el sentido de repudiar el cambio de una ley si no saben qué términos tendrá una posible nueva norma?
3. Si el repudio es al DNU 13/15 que estableció las competencias de los ministerios y colocó a AFSCA en la órbita del Ministerio de Comunicaciones (en lugar de permanecer bajo la órbita del PE) debe recordarse:
a) que la estructuración de los ministerios al inicio de una gestión siempre se ha hecho con DNUs desde hace ya más de 20 años y
b) que con Sabbatella el AFSCA no era siquiera un organismo regulador autónomo sino completamente sometido al Poder Ejecutivo, aplicando la ley en forma desigual y discriminatoria. El regulador Sabbatella llegó incluso al punto de hacer campaña electoral por el partido oficial conjuntamente con uno sus regulados (Szpolski) Ver http://bit.ly/1Vk2YP3
c) que no se trata de ninguna intervención, sino de reubicar un organismo descentralizado en otra órbita.
La ley de Medios es perfectamente criticable y reemplazable por una mejor. No es sagrada ni mucho menos.
Digan lo que digan y más allá de quienes crean en ella de buena fe, se trata de una movilización (que tienen todo el derecho de llevar adelante) pero que responde a objetivos políticos K y que es en gran parte impulsada por quienes quieren mantener sus privilegios (6-7-8 en medios públicos, continuidad de Sabbatella como agitador político en un organismo técnico y dinero público y facilidades discrecionalmente asignadas para continuar medios propagandísticos K).
Y también por no pocos de quienes fueron insensibles a las exclusiones, despídos, "escraches de Estado", invisibilizaciones, etc. de sus colegas periodísticos, titulares de medios no K y ciudadanos comunes y se opusieron a una verdadera diversidad de voces mientras se intentaba ahogar a las no oficialistas con un poderoso aparato oficialista, por momentos intimidatorio.
Me parece importante que las nuevas autoridades comuniquen adecuadamente todos estos puntos.
Por otro lado, si querés conocer mi posición personal y a fondo de los términos concretos de la Ley de Medios de 2009, mirá este artículo (clic AQUÍ)
Roberto H. Iglesias
14 de diciembre de 2015
Roberto H. Iglesias
14 de diciembre de 2015