lunes, 30 de marzo de 2015

Cfk, sin síntomas de "pato rengo", aunque ya lo sea, o vaya a serlo X Ricardo Cámara

El periodista Ricardo Cámara


Cfk finalizará en diciembre el ciclo político más largo de la historia argentina después del que presidió Juan Manuel de Rosas. El dato es útil para medir la extensión y, tal vez, la profundidad, de lo ya consumado y de lo que puede esperarse del inmediato futuro.

La oposición, en todas sus variantes, subestimó el fenómeno K casi desde el principio. Lo hizo, sobre todo, hace 10 años, en el decisivo 2005, cuando de la mano de Néstor, Cfk aplastó a Chiche Duhalde en las elecciones legislativas de medio término en la provincia de Buenos Aires. En esos comicios, Néstor consagró lo que ya venía ocurriendo de hecho y se sacó definitivamente de encima el tutelaje de su patrocinador Duhalde, sin cuyo concurso jamás hubiera llegado a la primera presidencia. La experiencia anterior y posterior al 2005 demostró que eran desacertados los pronósticos acerca de la "ingobernabilidad" del pais si Néstor tensaba la cuerda (como lo hizo desde el 2003 mismo) o finalmente rompía con Duhalde, que hasta ese año tuvo mayoría en el Congreso, además de una alianza con Alfonsín.  

Juan Manuel de Rosas/Cfk

La botonera de la Balcarce 50, usada con audacia y una cuota de aventurerismo, reveló que -en las condiciones nacionales e internacionales de ese momento, que Néstor leyó bien- se podían echar las bases de una hegemonía larga. Los problemas estructurales de la Argentina no se resolvieron, o se agravaron, pero, en cambio, se encaminó la crisis de hegemonía política del 2001-2002. Ese período concluye ahora. Cfk está a punto de lograr algo importante: no desbarrancar antes de tiempo y, por lo tanto, quedar anulada como factor de peso en el próximo período. 

Los pronósticos opositores en este campo resultaron, hasta acá, fallidos y, otra vez, subestimaron al rival. Cfk encara con debilidades visibles la nueva etapa, entre ellas una debilidad central, quizás la más importantes de la política: la de la sucesión. 


De esa debilidad está haciendo virtud: juega con cierta destreza a la escondidas y hasta ahora confunde a sus críticos y a los analistas sobre qué se propone hacer, en realidad, en las sucesivas vueltas electorales de este año. Juega a ganar la primera vuelta (haciendo elegir legisladores fieles a ella) y perder en la segunda, sostienen algunos, para trasformarse en jefa de la oposición de un próximo gobierno obligado a adoptar un programa de ajuste duro. 

Ernesto Sanz en Convención Nacional UCR
Foto Ricardo Pristupluk
Juega a ganar, y a hacerlo en primera vuelta, su única posibilidad, porque ella sabe mejor que nadie que sin la Rosada, le aplicarán la misma medicina con que se marido trituró al duhaldismo. Imposible, dicen otros, porque ganar en primera vuelta es una fantasía luego del acuerdo Macri-UCR, y ganar en segunda vuelta es simplemente una quimera. Divagaciones inútiles, dicen otros: con un piso de más de 30, Cfk puede alcanzar el 45 y ganar en primera vuelta, aunque la confluencia Macri-UCR arañe más del 40, lo que por otra parte, es muy difícil porque Massa aún existe y Stolbizer está a punto de existir. Cfk está terminada, arguyen otros, porque jamás podrá ganar en primera vuelta, seguro perderá en la segunda, y ante ese panorama el peronismo la abandonará, antes o después de los comicios. Por lo tanto el proyectado bloque legislativo K se deshilachará en cinco minutos.
Lo cierto es que en el centro de la escena aún está Cfk, que no muestra síntoma alguno de "pato rengo", aunque en el fondo ya lo sea, o vaya a serlo el mismo día en que se hagan las PASO y el Frente para la Victoria tenga un candidato presidencial que no será ella. 

Gabriela Michetti
La otra estrella del momento, Macri, tampoco las tiene todas consigo en el arduo problema de la sucesión. En la mesa de Mirtha Legrand eligió la posibilidad de empezar el año con una derrota frente a Gabriela Michetti cuando hasta un aficionado le hubiera dicho que, en estos casos, lo mejor es jugar de "padre eterno". 
Algo habrá pasado en la trama íntima del macrismo para que el candidato haya optado por un riesgo del que puede recuperarse, pero que parece inútil.

30/03/2015
Tomado del Sitio FB del periodista Ricardo Cámara