martes, 17 de marzo de 2020

Mercedes Sosa: Qué vida hubo, detrás de "La Voz", por Cristina Castello

Con su cara de india, está sentada en el living de su departamento de Carlos Pellegrini y  Arroyo. De todos los colores -matices- que tiene, es el de artista, el predominante. Le cuesta-se niega, a hablar de su vida, privadísima;  intenta escapar a las preguntas más íntimas... quiere escabullirse y finalmente, no puede. Y me cuenta.
         Ambos codos sobre las rodillas, por un rato escucha su último disco, en una ceremonia compartida, de silencio. María, su mucama, trae café,  La Negra  lo sirve, lo azucara.y hasta lo revuelve. Canta –me canta- un fragmento de "Mi madre y María”, ¡qué privilegio!;  no fuma, pero ofrece cigarrillos, que tiene en su casa, por si algún amigo necesita. Es otro de sus colores: el del homenaje.
         Los otros colores son un arco iris, con algún gris. Como el de la miseria que vivió en su niñez de guisos asopados, comidos en la oscuridad porque no había dinero para la luz; o como haber sido malamada alguna vez. La Negra, toda entera aquí –como nunca- tan rabiosa con la muerte, como curiosa; aterrada por los aviones y sin miedo a la velocidad (C.C.)

- ¿Tiene un auto que habla y vuela?
- Sí, (se divierte), dice cosas como: "Soy su ordenador de a bordo", y da indicaciones y se maneja solo... yo llevo el volante, nada más.
 - Y aprieta el acelerador, a fondo...
- No, no.... (con cara de "yo no fui")... me gusta manejar porque me da independencia, pero voy a velocidad... digamos, normal.
 - A 200 kilómetros por hora...
- Ah, no, no... ¡A eso no se lo digo! Le digo todo, le hablo de lo que quiera... pero de eso... ¡No! (se ríe)¿No ve que los policías van a esperar que aparezca, para hacerme la boleta?
 - También hace otras travesuras, se le ve en la cara...
- No…¡ninguna!...sólo observo a las personas, y no critico.
- ¡Vamos!... Cuente, cuente, ¿cuáles son sus picardías?
 - ¡No, no! (muerta de risa).... ¡eso era antes!. Cuando vivía en Francia, hacía notas y daba mal los datos de dónde vivía y de dónde era: les contaba todo cambiado... ¡hacía cada cosa yo!
- Como los chicos, y ahora está rodeada de rockeros... Se los asocia al consumo de drogas, ¿es injusto?
- ¡Ah!... yo fumé hachís, ¿eh?... ¡yo también fumé hachís!
 - ¿Fumó con ellos?
- No... ¡querida, no!... Fumé en Europa, dos veces, y no seguí porque me hacía mal a la garganta. Pero, vea... en eso de la droga -que es una cárcel- no se puede ayudar: cada uno tiene que salir solito, con su fuerza, su entereza y  como pueda. Pero en esto... usted sabe, hay demasiada crítica y demasiados deditos moviéndose (enojada, hace gestos con el  índice, acusador). Mire, hija... no se puede denigrar así a la gente, porque vivir es muy difícil, muy difícil. 
 -También a Maradona hay deditos que lo culpan...
- Sí, porque la gente tiene dos fijaciones con él -la droga y cuánta plata tiene- y por eso, por televisión, yo le dije: "¡levantate, no te dejes caer!".  Pero... hay que reconocer que a veces se equivoca... por ejemplo, en eso de que quiere que los nietos coman caviar... ¡Qué caviar, ni ostras, ni foie grass! Lo importante, acá, es que las personas  coman.
- Muchos explican esas actitudes de Diego en su origen humilde...
- Mire, nosotros hemos comido trigo con sal... ¡nada más!... y de pura miseria, pero mi mamá decía: "esta noche, pavo", y todos nos reíamos. Porque lo más importante es que comíamos al menos “algo”, y el amor con que lo comíamos, en familia.
 - Pudo mantener cierto equilibrio...
- "Cierto" equilibrio, sí, pero nada más que “cierto” (ríe)... bueno, tampoco fumé tanto hachís, ¿no? 
Con Charly  García
-¿Por qué apuntala a los roqueros? 

- No, no se confunda: yo no los apuntalo, porque ellos son artistas e hicieron su camino. Un camino diferente del que empezó después de los 70, cuando bajaron los decibeles de la  verdadera poesía, porque perseguían a la gente. Lo único que hice yo, fue cantarles las canciones: porque  son muy bellas y porque tienen vida propia. Piense en "Vengo a ofrecer mi corazón" y "Parte del aire", de Fito (Páez), o en las de Charly (García), como "Inconsciente colectivo", "De mí", o su más hermosa canción:  "Cuando ya me empiece a quedar solo"...(Mercedes canta).
  - ¿Se siente un poco madre de todos?
- Sí, pero no sólo de Fito y de Charly: de todos. Pero eso sí:  amigos, amigos, son León (Gieco) y Víctor (Heredia):  son como de la familia.  
- Su lado flaco es Charly, ¿no?
- ¡Sí, sí! No quiero que los otros se sientan mal, pero yo...¡lo adoro!, y tengo admiración por su música. Me me invitó a su último cumpleaños y yo no pude ir, pero ahora le digo: "gracias, querido, te quiero, te quiero"; vea... conocer a Charly fue un acontecimiento ¡tan grande para mí! como cuando conocí a Milton (Nascimento).
 - No nombró al Flaco (Luis Alberto) Spinetta, ¿por qué?
- ¿No lo nombré, no?  Es que Spinetta tiene ¡cada cosa!... en  mi último disco, yo quería  grabarle  "Barro tal vez", pero él no quiso. Van dos veces  que me deja con la canción preparada. 
 - Aquello que dijo del amor de su familia, ¿es ella su sustento de amor?
- Si querida, yo tenía que pedir medias prestadas, si se me rompían antes de fin de mes, mientras mi padre trabajaba en la chimenea -el peor lugar- del Ingenio Guzmán, con cuarenta grados de calor. Aquello era miseria verdadera, y era muy duro,muy duro... Pero también teníamos otras cosas hermosas, que yo traigo conmigo desde mi infancia.  
- ¿Qué aromas y que imágenes conserva de entonces?
(No duda) La imagen de mi madre, fritando las empanadas y sacándose la comida de la boca, para nosotros, y el aroma de la  "sopa picada"  de mi abuela Genoveva. Era un guiso asopado y lo comíamos en la oscuridad, porque no había luz.
 - Ruido a sopa, abuela y penumbra… poético, si no fuera por la pobreza...
- Pero en aquellos instantes yo no pensaba en la pobreza. Me parecía tan grande la casa de la abuela... y era tan chica; pero lo más lindo era cuando aparecía aquella luna, que iluminaba nuestras caras, y las cucharadas de sopa. ¡Ah!, y el aroma de las naranjas  tucumanas... ¡yo conozco las naranjas de mi tierra! Son las tangarinas, mezcla de naranja con lima. ¡María!.. .(llama a la mucama)...tráigame una naranja, para que la periodista sepa lo que es bueno... (en un diálogo amoroso con la naranja, Mercedes la pela  y la corta, y en un homenaje entrañable conmigo, Mercedes me entrega su tesoro).
 - Parece feliz, pero usted tiene llanto adentro, ¿por qué? 
 - Por los muertos queridos, como mi hermana Chocha, y porque tuve condecoraciones de las embajadas, y me sigue la clase media, pero no pude llegar a la gente del pueblo, por quienes luché toda mi vida.  No sé...me tendrán desconfianza, porque vivo acá, pero...¿sabe?...Me gustaría que me dieran la oportunidad.      
  - ¿Tiene muchos abrazos contenidos, para ellos?
 - Sí...porque, desde chica, supe que nací para dar. Además...es terrible y doloroso que no me acepten, porque yo sé lo que son las carencias. Es cierto que recuerdo mi felicidad -de chiquita y    camino a la escuela- en las hamacas del Parque 9 de Julio, en Tucumán; pero ahí llegaba después de sufrir  las ondulaciones del vapor, por el calor... ¡era tremendo!...pero no había plata para el ómnibus.  ¿Por qué me rechazan, entonces? Si yo pasé lo mismo que ellos...y no soy rubia, ni de ojos celestes: soy gorda, retacona y pelo lacio...¡como ellos, también en eso!
 - Sus años no tienen ni una cana...
- No, porque me las tiño...¡querida!, porque mi hijo quiere, porque yo detesto el culto que se rinde a la juventud eterna.
 - ¿No se haría un lifting?
- No, pero sólo porque para eso hay anestesia y tienen que entubar; correría peligro mi voz.
 - ¿Cómo es su relación con el cuerpo?
- ¡Mala y de mucha angustia!
 - ¿No aprendió a aceptarse, a mirarse en el espejo y verse hermosa?
- No me veo hermosa...¡me veo gorda! Y no estoy enferma anoréxica, como para pensar que estoy gorda, siendo flaca. ¡No!... yo "soy" gorda...¿o por qué se cree que uso ropa suelta, desde jovencita?
 -En el escenario baila...¿allí no la angustia el cuerpo?
- No,vea....la primera vez que me ocurrió, fue en Amiens (Francia). Me largué con todo, con "Pollerita", tiré el bombo y la carpeta y empecé. ¡No sabe cómo aplaudían los franceses -de pie- y cómo gritaban!(se entusiasma).       

  - Se le soltaron los pájaros de adentro...

- Sí, para exorcizar todos los males. Después seguí con la danza acá y a todos les gusta. "¡Dale, Negra, bailá!", le gritan a este tótem que soy yo. Es que el baile  es para todos los cuerpos, y no sólo para los flacos (danza con las manos) 
Con Pavarrotti
-¿Se casó con un talleiur negro para parecer más delgada?
- No...fue porque no tenía plata para comprarme  un vestido. Pero, total, en aquella época no se usaba acostarse con el novio, así que no importó el color. Mire cómo eran los hombres...no se acostaban con las novias, sino  con otras, y -en vez de agradecerles- les decían putas...¡qué tarados! Ah...y en aquella época yo era flaca.
- Diga la verdad: dieta, pero rigurosa,¿hizo alguna vez?
- ¡Puf!  Muchísimas veces, y ahora,  como nada más que verduras y algún poco de carne, porque para cantar necesito proteínas, pero...¡nada!... me cuesta muchísimo bajar.  Porque tengo hipotiroidismo, y asimilo hasta el aire. Fíjese...antes pensé que era el vino, pero dejé de tomar en abril, y sigo igual.
-¿Tomaba mucho alcohol?
- No, en Europa llegué a los siete whiskies, pero paré; y hasta abril, tomaba vino blanco seco con las comidas...no mucho, no se crea,  y muy despacio, pero ahora: ni una gota.
- Lástima...adiós a la ceremonia del vino…
- Sí, una ceremonia que me causaba una gastritis impresionante. Ahora tomo agua mineral.
- Sueñe: ¿qué comería si no engordara?
(Intenta parecer indiferente) Las empanadas… ¡las de pollo que hace mi cuñada, sopa y puchero y fideos y polenta y guisos, bueno… como  todo el mundo, ¿no?
- Lo mejor para adelgazar suele ser enamorarse y verse lind, ¿cuando estuvo en pareja era gordita?
- No, no era gordita, era gorda. 
- ¿Qué la enamoró de Carlos Matus, su primer marido?

- Sus canciones y su música.
- ¿El influyó  en su canto, al principio?
- Sí, y Armando (Tejada Gómez) le dijo: "¿No le estamos cortando el camino a la Negra? Pero como yo había firmado con ellos  el "Manifiesto del nuevo cancionero", Matus se negó: "ella debe ser fiel a lo que  firmó", dijo.
- ¿Usted empezó a ser la Negra,  recién cuando se  separó de él?
- No hay dudas. Yo empecé a ser Mercedes Sosa cuando Matus tampoco me bancó más.
- ¿Antes él pretendió  taparla?
- Y, sí, querida...es muy difícil una pareja de dos personas que cantan. Pero no me tapó, porque no pudo taparme. ¿Qué quería que hiciera...que cantara mal?
- Pero él se daba cuenta de su calidad de artista...¿no?
- ¡Pero claro, hija!... Pero una vez dijo: "Yo hice a Mercedes Sosa";  y yo lo escuché y le contesté: "Matus, a mí no me hizo nadie, pero -además- no lo digas porque nadie te creerá y quedarás en ridículo".
- ¿Alguna vez fue feliz con él?
- Nunca… salvo cuando nos casamos; después, fueron los años más desdichados de mi vida: terribles, con tanta amargura y con  pobreza total. La vida fue muy mala con Matus,  y él fue muy malo conmigo. ¿Usted sabe lo que es casarse con un hombre que, como él, se crió en un orfelinato? Es gente que se salva  a sí misma y a quien no le importa del otro; es gente que no vive: sobrevive,  y cuando quiere irse, .se va, y abandona.
 - ¿No conoció la ternura de su marido?
- Sí, sí, fui amada, pero los que vivieron en un orfelinato, no saben amar, ni recibir  amor y están solos, como un árbol seco.
- ¿Disfrutó del sexo, con un hombre así y con su educación a la antigua?
- Sí,  porque Matus tenía  mucha experiencia en esas cosas y -en eso-  fue  cuidadoso y cariñoso conmigo.
- ¿La separación fue violenta?
-No, no fui una mujer golpeada, pero fui una mujer abandonada.

- ¿Por qué?
- Mire de qué me hace hablar...¡me hace mal! (muy triste). Bueno..nuestro matrimonio estaba terminado -después de ocho años- pero el desencadenante de la separación, fue que él se fue con otra. Con una mujer que cantaba en el Teatro IFT.  Fue un golpe muy duro para mí,  ¿sabe usted lo que es sentirse abandonada? Además, en aquella época  las mujeres teníamos que tener una muleta... esto es, un marido. Entonces, imagínese...yo tenía 30 años y Fabián era muy chiquito... pero...yo siempre había sentido que iba a criar sola a mi hijo.

- Igual que había sentido, de chiquita, que había nacido  para dar, ¿Matus la ayudó económicamente para educar a Fabián?

- ¡Jamás!...y una vez le pedí que me diera cuatro discos míos y me los vendió a 25 dólares cada uno; se llamaban "Canciones con fundamento". Después, me lo encontré en París -él había puesto Ediciones El Grillo- y me dijo que me daba la separación, si autorizaba que los derechos de autor del    disco -con "mi" voz- fueran suyos. Yo se lo di...y con los años supe que él y Elvirita -la mujer con quien se casó-  habían comido con mi plata. Y con mi garganta.

- Pero él la enamoró por sus canciones. ¿Después de separarse, usted no le cantó ninguna otra?

- Y, yo hubiera querido, tanto, tanto;  y una vez le pedí unas letras, pero él me contestó: "no, vos ya no tenés voz para esto".

- Parece jocoso que usted, “La Voz”, no tenga voz, ¿siente rabia hacia él?

- Creo que no, pero usted me pide una respuesta veraz y no puedo dársela; es difícil saber qué tiene uno adentro.

- ¿Cómo fue que se enamoró de Pocho Mazzitelli?
- Por suerte a pocos meses de separarme, lo vi. No lo encontré: lo vi..(canta)..."te vi, te vi, te vi..."  Porque, de repente uno ve, lo que antes no pudo, porque tenía todo el ser ocupado por el dolor.
- Pocho fue su cable a tierra...
- ¡Eso, precisamente! Después de tanta competencia de Matus, Pocho fue mi paragolpes: yo chocaba y él me atajaba. Pero no me enamoré enseguida...él era mi representante y primero lo vi como persona. Más le digo, trece años convivimos, pero enamorarme -lo que se dice enamorarme-, recién en los últimos tiempos.
- ¿Cómo era usted como mujer enamorada?
- ¡Qué pregunta! Como todas las mujeres enamoradas, querida.
-Le cuesta hablar de la intimidad, ¿era demostrativa?
- Y, por algo Ana D'Anna hizo la letra de la "Vidala de la soledad", que -con música de René Vargas Vera- yo canto en el disco que recién grabé:  "...ay soledad deshilada de mi pena, (canta)  canta por el que no está....se oye un ladrido muy lejos de aquí y alguien que llora por mí".(La Negra cierra los ojos y se seca una lágrima, no está en el lugar  de la entrevista, está en su mundo, y sigue cantando):  "nadie podrá saber cuánto te amo y te amé...nunca un secreto tan hondo se llega a saber.." (se queda largo rato, en una ceremonia de silencio, difícil de romper).
 - Perdone que la interrumpa... ¿aquella etapa fue feliz?
- Sí, yo estaba siempre como recostada en él, y así me veo en las fotos (se acurruca sobre su lado derecho)...es que, quizás, me recuesto sobre el hombro de Pocho. Pobrecito...murió en el 78, de un tumor a la cabeza.
- ¿Cómo  sobrevivió a la muerte del amor?
- Fue terrible, terrible...vea usted lo que le ha pasado a esa pobre señora Mirtha Legrand, que se le ha muerto el esposo. Pero uno va tapando penas y.es como si les dijera: "quedate acá, no me hagas llorar más".
- ¿Cómo es la soledad?
- Los artistas utilizamos la felicidad y el dolor,  para el arte. Pero como mujer, uno encuentra compañeros por ahí, sí...pero no es "el" compañero de uno: hay un tiempo para eso y para mí, pasó. Querida, querida, esto que le diré ahora, así  como muchas cosas que ya le conté-  es algo que digo por primera vez:  mi soledad  es inevitable.
- ¿Cómo se hace para vivir sin  caricias?
- Es tremendo y difícil de bancar, pero uno aprende a todo, ya ve (sonríe, triste) y también hace casi veinte años que dejé de fumar.
- Pero Pocho murió hace 17 años, alguien la habrá conmovido...
- Sí, me conmuevo cuando canto "La carta", "Gracias a la vida", "Que vivan los estudiantes", o (canta):"porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy", (y canta)..."y cuando todas las puertas estén cerradas y ladren los fantasmas de la canción..." ¿Le parece que no son gestos de amor?
- No sea pícara: la pregunta no se refiere al canto...¡los lectores creerán  que usted nunca más tuvo un hombre...!
- Y bueno...¡mejor que quede esa idea!
- Pero no es cierto...
- No, pero  mi vida me corresponde a mí. Y además, pareja, lo que se dice pareja, no tuve más... así que no tengo ganas de hablar de lo que no es importante.
-¿Nunca más le hizo cosquillitas el corazón?
- Como para tener pareja, ¿no, esa es la pregunta?
- ¡Mercedes!...¡No me dé tanto trabajo,"¡alguien" hubo, yo sé!...
- Hubieron, sí, y uno de ellos  murió el año pasado. Era un artista, y dibujaba...¡con una suavidad! Bueno, pero no pudo ser, porque, a la par de una vida de viajes como la mía, ¿qué podía hacer una persona así? ¿Qué hacen dos artistas de distinta rama del arte?
-A lo mejor pueden ratificar que el amor existe.
- Sí, pero mientras una mujer puede ir tras su esposo -en los viajes-, en un hombre eso es muy difícil.
- Pero hay  imaginación, ¿por qué no le  buscaron la vuelta?
- Porque era muy difícil. Además, él era del exterior y yo no quería vivir en otro lado que no fuera la Argentina; y entonces...¿qué iba a ser él acá, un mantenido?
- El no podía ser el "señor Sosa"...
- No, un artista no puede ser el "señor Sosa"...¡Qué papelón! Además, yo necesitaba aire: ya nadie podía contenerme.
- Tampoco la contuvieron para expresar sus ideas, ¿qué hizo que usted  nunca se callara?
- La pobreza, y mi vida con  artistas: poetas, pintores, músicos...el mundo del espíritu. Pero ahora me callo bastante. 


- ¿Se resignó, usted, que es para muchos un símbolo de la resistencia?
- Mire, la que está resignada es la gente del pueblo...la  que no tiene que comer y entonces, es muy duro para mí decirle las cosas; y tampoco soy como estas personas del gobierno que tanto invocan la paz. ¡¿Qué dicen?! Si la verdadera paz -que es comer juntos-  no existe. Entonces...¿para qué hablar? No sirve.
- ¿Y cuando lee los diarios y las miserias, y no habla de eso, no se ahoga?
-No,  me hago preguntas y no tengo respuestas. ¿Cómo solucionar el hambre del mundo, la desocupación de los argentinos, o la guerra de Sarajevo?  Y, mientras tanto, el capitalismo genera pobreza, y los países se cierran, para que no entre la gente. Entonces, la hermandad y la solidaridad son una mentira.
- Dice que se calla, pero está hablando...
- Sí, pero yo no tengo poder, y mi única fuerza está en llevar gente al escenario. Pero claro que tengo opinión, y entonces digo que me gustaría mucho que fuera verdad y que estuviéramos en el Primer Mundo. Pero es mentira: porque estar en el Primer Mundo, no es que anden bien los teléfonos, sino -y por ejemplo- que la gente vaya a los hospitales a salvar la vida, y no a morirse. En cambio, acá hay tuberculosis, que es una enfermedad de la pobreza. Pero...ya ve, si yo hablo, dirán que doy un alerta, para que la gente tenga miedo.
- O, mejor, que  alienta la lucidez, y la solidaridad...
- Sí, para que sepan lo que está pasando. Pero yo no hablo desde la ideología, sino desde lo social.
- Una ideología es un conjunto de ideas, ¿le tiene miedo a la palabra?
- No, pero ahora "rige" la desideologización. Lo cual quiere decir: no pensar, no sentir, y no decir, para que el mundo siga siendo de esta gente.
- ¿No es una ideología del bien, grabar gratis como lo hace usted  para algunos artistas que se inician?
- Sí...¡claro!...y es una misión que me propuse. No quiero cobrar  para los artistas que están empezando, y -aún con los famosos- no voy a cobrar nunca más. No seré yo la causa de que no se realice un proyecto, si un artista me pide que grabe.
- ¿Cómo se lleva con el dinero?
- Malísimo, porque cuando uno viene de la pobreza, es difícil que la plata permanezca.
- ¿Le gustan las joyas, no?
- Lo que me gustaría es diseñar joyas. Además, adoro a los artesanos;  por eso firmé por  los que están en la feria.
- Siempre usted, con quienes no tienen un lugar. Y  el suyo, "su" lugar, ¿cuál es?
- El de la música popular y el de los gestos de amor: no el teatro Colón, sino el Opera de Buenos Aires, o el Luna Park.
- Pero anduvo por los escenarios del mundo, y dicen que -cuando canta- puede hacer correra las nubes...
(Se ríe) Es cierto, fue en un viaje a Florianópolis, en un avión que se movía. Entonces yo empecé(canta):  "...y dale, alegría, alegría a mi corazón...", y las nubes iniciaron la retirada. Y cada vez que volvían, yo seguía: "...y ya verás, las sombras que aquí estuvieron, ya no estarán..." Y todos los argentinos cantábamos y movíamos los brazos, como loquitos. Y las nubes...¡se iban, se iban!. Entonces, cuando cambié de avión, los que seguían viaje, gritaban: "¡que no se baje, que no se baje!" ¡Y claro, si les habíamos sacado todas las nubes a los tipos (se regocija).
-Río, lloró, y -ahora- de nuevo la risa..¿Es la vida?
- Sí, es que soy una india. Y, como todos los indios,  tengo colores, pero...¡son tan disímiles!.
Cristina Castello
**Al pie, algunas “pastillitas” que dibujan, más la Historia y las historias de La Negra
Publicado en "Viva”, revista dominical del Diario “Clarín”, el 11-12-1994

PARIR EL AMOR

      Conoció a su hijo -Fabián- en un ascensor, a las siete de la tarde del 20 de diciembre del      '58. Vio un bultito y era él:  estaban en el sanatorio Bazterrica de Buenos Aires y lo había tenido tres horas antes...sin darse cuenta, y dormida por la medicación.
         Fabián es el único motivo por el cual Mercedes  dejó el canto, por un tiempo. Fue durante    sus primeros  tres años de vida: "me dediqué sólo a él, le lavaba los pañales, le sacaba la 'materia' y los hervía".  Y después, de nuevo a las grabaciones, a los escenarios, y al mundo y -cuando viajaba- lo dejaba con su madre. Con Emma, quien cuando Mercedes era chica, la preparó para que fuera artista. 
       Cuando Mercedes y Carlos Matus -el papá de Fabián- se separaron, el chiquito tenía seis años. Entonces ella tuvo que ser madre y padre, y se lamenta: "debería que haber tenido un padre verdadero, que fijara normas y códigos, porque yo no podía...mi vida era andar cantando".
Madre e hijo se quieren mucho y, cuando se los ve juntos, las expresiones cariñosas abundan. Pero no siempre fue así. Los distanciamientos, hasta 1993, fueron frecuentes, pero pasaron.
       Madre atípica, a veces es atípica como abuela de Araceli y de Agustín. Es cuando no responde a la imagen de la clásica nona, que todo permite a sus nietos. Entonces, puede -por ejemplo- hacer levantar de la mesa al más chico, "cuando se pone insoportable". Pero esa actitud le dura poco; lo más probable es que se levante,  se siente con él, le pele dos manzanas....y hasta le cuente algún cuento.

¿Y la política?


"No… yo canto, nada más...no hago política", dice La Negra. Pero es inevitable asociarla  a la lucha contra las dictaduras y a la defensa de la vida. Siempre estuvo, con  su  voz: para el canto, y para las opiniones. Hoy  prefiere quedarse en el canto. Pero, por momentos, no puede con su vieja costumbre. Y dice:


* El capitalismo: "Es muy fuerte y poderoso, causa miseria y quiere silenciar a quienes se le oponen".
Con Ernesto Sábato 

*"Cierta" izquierda: "Perdió la ternura y el ángel de la solidaridad. Debería recuperarla, releyendo -y viviendo- la poesía de Pablo Neruda y de César Vallejo"

* Carlos Menem (en el momento de esta nota, Presidente de los argentinos): "De él no opino, ni pienso...por supuesto que yo no estoy con esa gente, entonces...que piense él".
* Raúl Alfonsín:"Le tengo un gran cariño… ¡Cuánto cariño!”




Esta nota se publicó el 11-12-1994  y el 16/12/1994, cantó “Mi Madre y María” –de Víctor Heredia-, en el Concierto de Navidad del Vaticano
Mercedes Sosa partió para siempre, el 4 de octubre de 2009.
"Ya sé que estás allí llorando, madre,/envuelta en la penumbra de la tarde,/fingiendo que estás bien pero es diciembre/un mes en que ciertos fantasmas vuelven.../Deslizan su perfume inolvidable/sus voces aletean en un aire/de nueces y de almendras navideñas/y vuelan a tus ojos y despeñan/en lágrimas su amada letanía/yo sé que etás allí junto a tu fe/y yo no sé qué hacer./ De pronto me doy cuenta que tus ojos/reflejan la tristeza de María/la sombra de una cruz toca tus hombros/y en tu pañuelo blanco muere el día/ Las dos están llorando por lo mismo/la sangre derramada en el martirio/la vida de tu vientre y el de todas/las madres de los hijos de la Tierra/los que soñó el amor bajo una estrella./Yo sé que estás allí junto a tu fe/y yo no sé qué hacer."   

Cristina Castello, "Viva”, revista dominical del Diario “Clarín”, el 11-12-1994