lunes, 15 de abril de 2019

Notre Dame y mi corazón- Cristina Castello


Una feminazi, escribió hoy: "se ponen así por una iglesia". Bruta. No voy a hablar de Notre Dame, de su historia, etc. No.
Pero, como siempre dije, Argentina es la patria de mi raíz y Francia -para ser sincera, París- es la patria de mi follaje; sin follaje, los árboles son ramas secas. Amo Francia, pero -para ser veraz- la patria de mis amores es París. Alguna vez escribí, para mi Web, que ya no existe, esto, que no es un poema: 

Fui sedienta a París y de tanta sed casi muero.
Pero quizá porque ardo en mi fuego.
Quizá porque me aferré a la vida
del otro costado del vuelo
con terquedad de aurora,
morí y renací en París.
Y tanto la amo.
Amo su dignidad de flor silvestre
y su altivez de  aurora.
Mi  paso por sus calles no fue un paso.
Fue una huella, un surco,
una interrogación, una confianza y esos ojos.
Y París me retoñó, reverdecida.

Será por eso que hoy fue un día oscuro para mí. Mucho.
Alguien, con buena intención pero gran ligereza, dijo por la tele, que es como si aquí se quemara la Catedral. Prefiero no responder semejante disparate.
Notre Dame no es sólo -y tanto- los siglos, la historia, la belleza, el símbolo, la magia sagrada para quienes creen y para quienes no creen; no es sólo el silencio, ni siquiera la certeza de una trascendencia.
Notre Dame forma parte del patrimonio de la humanidad.
Y, lo que pocos saben - es que Notre Dame, forma parte de cada célula del cuerpo y de cada fibra del alma de los franceses.
Pienso en la destrucción de la Biblioteca de Alejandría y de tanto más, en Irak, pero yo no soy iraquí; Soy franco argentina y viví 14 años en París; y hoy sentí, con todos mis compatriotas franceses, que me arrancaban las células del cuerpo y las fibras del alma.
Por eso, la tristeza, enorme.
Ser Francés, (aunque uno no haya nacido allá), es ser parte de un soplo común de Infinito.
Por eso, todo.
Ahora, a esperar que el bombero herido cure y quede sin secuelas. 

Ahora, una vez más, honor a los bomberos franceses, esos héroes que siempre arriesgan sus vidas
por sus demás.
Ahora, a esperar ver de nuevo Notre Dame, tan cerca de mi casa en París,
tan mi ser, el más profundo.

Palabras al pasar,
Cristina Castello - 15 de abril de 2019


Léo Ferré. Les Cloches (las campanas) de Notre Dame