miércoles, 29 de mayo de 2019

"Esos estúpidos que gritan...", por Pablo Castellini


De Perón y los Montos, a la Convención Nacional del 27/05/19 de la UCR
(y "esos estúpidos que gritan")

Obra: Candido Portinari
"Qué pasa, qué pasa, qué pasa General, está lleno de gorilas, el gobierno popular..."

Ese era el canto de los Montoneros, que el 25/9/1973 habían asesinado al mayor exponente de la Lealtad Peronista, José Ignacio Rucci, el 1º de mayo de 1974, contra lo que consideraban una "traición " de Perón, al virar el signo castrista del Gobierno de Cámpora, hacia la Patria Metalúrgica.

Respondieron con el crimen de lesa humanidad de Rucci, y se agravó el enfrentamiento que había tenido un pico culminante en Ezeiza, obligando al avión de Perón a aterrizar en otro lugar.
Aquella tarde, en su último discurso multitudinario, Perón se hartó de la afrenta constante y les espetó aquello de  ".. a pesar de estos estúpidos que gritan.....ahora resulta que algunos imberbes quieren tener más méritos que los que lucharon por más de veinte años..."
Así, Perón laudaba en favor del sindicalismo ortodoxo, columna vertebral, en aquel momento de ese Movimiento, condenando la violencia y la soberbia armada Montonera.

Como es costumbre, los radicales tuvimos nuestra ejemplar HONORABLE CONVENCIÓN NACIONAL. Como siempre, hemos dado una clase de virtuosismo democrático, constituyendo la esencial fuerza nacional, popular, racional y democrática. Pero, también, tenemos a esos " estúpidos que gritan", cultores del onanismo ideológico;  una clara minoría, portadora de la misma soberbia que los Montoneros, que pretende erigirse en la guía ideológica, yendo adelante de los dirigentes, afiliados y votantes radicales.
Ningún radical que se precie de tal, puede, al margen de sus diferencias, insultar la investidura de ningún presidente elegido democráticamente, sea Menem, los Kirchner o Macri.
Para estos onanistas ideológicos, la consigna, "El que gana gobierna, el que pierde acompaña...", vale solo para cuando ellos mismos ejercieron una complaciente oposición a la izquierda peronista, al punto que una parte se unió ciudadanamente, a esa construcción política, que ha convencido a sus fanáticos, de que las propiedades, cajas de seguridad, y bienes varios que han colectado sus dirigentes, se han hecho en pos de la “revolución antiimperialista”; y que el robo a la Nación, se hizo  en contra de los “medios hegemónicos concentrados”. Más: han debido tragarse el sapo del dedazo pródigo de la “señora”, quien colocó como candidato a un operador despechado.

La Convención Nacional de la UCR, por abrumadora mayoría, convalidó la permanencia en CAMBIEMOS, pero con ciertos requerimientos. Que se arbitren los medios necesarios para que esta coalición pueda ampliarse y fortalecerse con una mayor presencia radical; avanzar en la concertación de políticas públicas que contemplen las aspiraciones del ideario radical.  La Convención entiende que, por las conductas cerradas del Pro y ciertos excesos verbales de la líder de la Coalición Cívica CC-Ari, la prioridad es evitar la vuelta al populismo; populismo que  se muestra bajo la máscara de una “tolerancia” mentirosa, al mismo tiempo que su precandidato a presidente amenaza a jueces y fiscales que “se atrevieron” a actuar en Justicia contra la “jefa de la banda”. En una palabra, el populismo argentino, amenaza ir por el Poder Judicial.

Por todo esto, es que este 27 de mayo, con la Convención Radical, ganó también la República; y la posibilidad de no ceder las conquistas de la democracia al chavismo argentino, demagógico y autoritario, cuyas consecuencias, de solo pensarlas, estremecen a la raíz misma de la democracia republicana
El funcionamiento institucional de nuestro partido lo hizo posible, a pesar de…·”esos estúpidos que gritan....”