domingo, 30 de abril de 2017

Chunchuna Villafañe: «La edad es la manía argentina del entre paréntesis, rotulador»- Cristina Castello

(Un ping pong donde nada tiene que ver con nada y todo tiene que ver con todo)
- Objeto misterioso el reloj, ¿qué es?
- Es un dedito parado, determinante y autoritario

- Cosa deliciosa la imaginación, ¿no?
- Si,  es un pito catalán al video clip y el laburo de crear imágenes propias

- ¿Quien es "el" personaje de la Argentina?
- Discépolo, siempre vigente

- ¿Dónde está el enigma de la sonrisa?
- En el misterio de los cuadros de Guillermo Roux

- ¿La edad es orgullo o agobio?
- La edad es la manía argentina del entre paréntesis, rotulador

- ¿Un idéntico amor al bien, al arte y a los demás, hermana a desconocidos?
- ¡Si!... ¡Lástima no conocerlos a todos hoy mismo!

- ¿Que une más a la pareja?
- Las complicidades

- ¿La intuición es la forma sensible de la inteligencia?
- Es "la" forma. No hay  inteligencia sin intuición

- ¿El mar devora al cielo, en las puestas, para darnos belleza?
- Si, pero me da melancolía. Prefiero el amanecer. Es efervescente, como la vida.

- Una casa cuenta cosas, ¿cuáles?
- Describe, fibra a fibra, el alma de quien la habita

- ¿Puede la ética escindirse de la belleza?
- No, la belleza es todo: ética, estética, un gesto, una forma de pensar y de ser uno mismo.

- Nuestros jóvenes se cuidan poco del SIDA, ¿por qué?
- Porque este no es el primer mundo y no hay campañas como en Francia, por ejemplo

- ¿Que "dice" de las personas, que sean capaces del arte?
- Que son capace de la creación y de modificar -y hasta de salvar- a los demás.

- ¿Como explicar una carcajada?
- Por su origen, que es lo sorpresivo y absurdo, Es el desacomodamiento de una realidad y la observación de uno mismo

- ¿En política se terminó la mística?
- No, todavía hay políticos con ideales

- ¿Quiénes son siempre jóvenes?
- Los que siempre pueden volver a empezar

- Describa una mesa de fin de año, para un encuentro amoroso…
- Con puro placer para los sentidos: en un jardín y con velas, con buen vino, comida rica y perfume, de extracto o de jabón

- ¿Hay personas exiliadas de sí mismas?
- Si, son las que escapan de su "adentro"; y los exitistas

- ¿Que "cosa" es un ex?
- Es algo decadente, pasado

- ¿Es buena una dosis de frivolidad?
- Sí, cuando uno, angustiado, sale a ver vidrieras, por ejemplo. Pero... solo de vez en cuando. Si no, la frivolidad es estupidez

- Por favor, su fotografía de la locura...
- Es una mujer solísima,  llena de trapos y de bolsas

- ¿Los partidos políticos están atomizados?
- Todo esta atomizado. Y vivimos en la dispersión. Individualistas, estresados, espantados y desamparados

- ¿Por que no pueden combatirse las cucarachas?
- Porque no acuden a mí… ¡Yo soy el terror de las cucarachas!

- ¿Cual es el sentido de la vida?
- Pelearla, querer mucho y hacer lo que a uno le gusta. Pero, ¿cuál será el sentido de la muerte?

- ¿El sexo es un lugar de encuentro?
- El sexo es un  reaseguro de la vida

- Describa una vida humana ideal.
- Con compulsión a la lectura para conocer el mundo;  sin enfermedades ni arrugas y con dientes y energía siempre

- ¿Cuando empieza la vejez?
- Cuando "lo único que importa es la salud" y nos decimos: "¿Te acordás cuando hablábamos de corrido"?

Cristina Castello
Publicado en revista “Gente”
Buenos Aires, 02 de  enero de 1997

sábado, 22 de abril de 2017

Sylvina Walger partió y los medios recordaron que la habían olvidado - Cristina Castello

La periodista Sylvina Walger partió.
Murió en el olvido de supuestos "colegas", muchos de los cuales no saben ni conjugar un verbo.
La recordarán sobre todo por su «Pizza con champán, crónica de la fiesta menemista», pero fue mucho más.
Talentosísima Sylvina.
En 2010 escribió: «Cristina, toda la verdad de la presidente argentina/De legisladora combativa a presidenta fashion».
CFK la odió.
Axel Kicillof la hizo echar de donde trabajaba. Y así…
Sylvina Walger trabajó en muchos medios, pero no «pertenecía»: no era «todoservicio», «tragasapos», ni «recibesobres» para hablar o para callar; ni tomó jamás la antorcha de «prohibida», para venderse, aunque –de hecho- no poco tiempo debió auto gestionar su trabajo, para conservar su libertad de «ser».
No supo de éxito pues abominó del exitismo.
Supo del prestigio.
Por eso murió en el olvido de los supuestos «colegas», muchos de su generación,
otros, más jóvenes, bolsillos llenos, almas y cerebros vacantes.

No fuimos amigas, nos vimos poco en algunos de los medios donde trabajamos; pero las dos nos sabíamos y nos respetábamos.
Discrepamos en algunas cosas y coincidimos en otras.
Pero nunca estuvieron en duda, ni su gran capacidad, ni su intensidad, ni su fidelidad a sus sentires, pensares y decires.

Huracán Sylvina

Las mujeres aparentemente fuertes y muy inteligentes, pueden ser temibles, cuando tienen valores.
Son un huracán, indoblegables.
Huracán Sylvina.
Pero en toda mujer fuerte, hay una niña encaramada al desamparo:

« Cristal y acero soy pero todos ven la espada 
Y nadie imagina mi astilla de cristales»
(fragmento del poema «Bruma»- en el libro «Orage»- Cristina Castello)

Pájaro libre fue.
Pájaro libre será ahora en la libertad del Infinito,
tan Infinito, como sus ojos, 
que supieron ver.
Hasta siempre, Sylvina,
colega, honrosa y honorable.

Cristina Castello, Palabras al pasar, escritas en Facebook, el 22/04/2017


Sobre Sylvina y sobre el olvido,  de algunos colegas periodistas:


Laura Di Marco: «El miércoles pasado falleció Sylvina Walger. Me estremeció la noticia. Pero más me estremeció que no salió en ningún lado #Labanalidaddelexito»

Miguel Wiñazki: «Silvina Walger fue genial, sarcástica e inolvidable. Pero todos la olvidamos. Agonizó en soledad y ya partió. Ya es tarde para lágrimas»

Silvia Naishtat: «Única, talentosa, incisiva, culta, rebelde, contestataria»


Oscar Gómez Castañón: «Brillante en cualquier periodismo. Integra. Perseguida por los K. Olvidada por todos».
(Citas agregadas el 24 de abril, cuando los medios que habían olvidado a Sylvina, se hicieron eco de su partida)



miércoles, 12 de abril de 2017

Ramón “Palito” Ortega, En carne viva - por Cristina Castello

    De lustrabotas a rey

     * El hambre es un rostro doloroso, que pone a prueba la entereza.
   *“Estuve años sin ver a mamá y ella me escuchaba por radio.Ahí la encontré”.
*“De niño quería emborrachar a mi padre, para verlo reír. Pero en eso, fracasé”.
*“¿Por qué la vida cobra un impuesto tan caro, cuando la muerte se equivoca?”
*“A Amalitta (Lacroze de Fortabat) la llevé del hombro por Roma, porque somos amigos”
*“Carlos Menem ‘daba’ a  Eduardo Duhalde U$S 600.000.000 extras al año, para la provincia de Buenos Aires. Y yo no recibía los fondos de coparticipación federal para Tucumán.




Por primera vez Ramón “Palito” Ortega,  habla de su madre. 
Me mira fijo y me cuenta de ella. Con la solidez de las certezas y la piedad del amor. 
Mientras habla, saca los velos de su propia vida. Todos.  Hasta las raíces. Hasta su raíz.
Hace frío y la calefacción no funciona. Afuera llueve. 
Él tiembla y no es por frío. 
Es nuestro diálogo. 
Doloroso, porque su vida tuvo dolor. 
Y todo me responde.
 Porque a despecho de su cara inexpresiva, le gusta retar a duelo a la vida.


- ¿Le gustan los desafíos fuertes?

- Sí, siempre aposté fuerte y gané. Y ganaré. Seré presidente de los argentinos.



               - A la Casa Rosada, desde la pobreza de su pueblito de  Lules. ¿Sería su revancha con la                   vida?
- Sería saber que no me equivoqué. Porque todavía llevo en mis oídos (sin un gesto) el ruido de aquella tapa de sótano, que se cerraba  sobre mi cabeza todas las noches a la una y se abría a las seis y media. Allí dormía, en un agujero, cuando a los diecisiete años llegué a Buenos Aires.  Y .más de una vez lloré. Pero sabía que saldría de aquel agujero gélido.
Empezando el camino

               - ¿Qué es el frío?
- (No duda) Es la imagen de mi padre cuando secaba nuestra ropa,  cerca de un brasero.

- ¿Y el hambre?
- Es (sobrio) un rostro doloroso, que pone a prueba la entereza.

- ¿Qué comida le repugna, en memoria del ayer?
- ¡Las bombas de crema! De nene las deseé tanto que después, trabajé en una confitería y me empaché con ellas (muerto de risa).

- ¿Cuándo se dijo usted: "tengo dinero"?
- (Alborozado) Cuando me regalé mi primer auto: un Mercedes Benz. ¡Lo compré el día de mi cumpleaños y al instante me lo llevé¡ Fui muy feliz.

-  Tuvo más que dinero. Cantó, filmó, viajó. Éxito y fama. Y fue gobernador de Tucumán, ¿para qué todo y tanto?
- No sé, .pero recuerdo cuando a James Dean en "Al este del paraíso", le queda plata de una cosecha. Y con las manos así (hace gesto de ofrenda), se la ofrece al padre. Y  el padre no acepta....¡qué fuerte, Dios mío! (con tensión interior, pero sin un gesto) Por fortuna, mi papá sí aceptaba las monedas que le llevé, desde mis siete años (se hace un silencio difícil de quebrar). Sí,  siempre jugué fuerte. Y gané.
Palito gobernador de Tucumán


- Apostar y ganar es más de empresario, pero usted ahora es político. Y la política requiere de  valores, ideas, formación....
- Por eso estudié mucho. Y sé que  administrar es importante. Pero a la política le falta corazón y mística. Y yo los tengo. Por eso dejé un Rolls Royce, los negocios y la comodidad de Miami. Para ganar las elecciones al General Antonio Domingo Bussi (militar argentino, destituido por sus “crímenes de lesa humanidad” cometidos durante la dictadura 76-83 en Argentina).

              - Para ganar, pero la política debe de ser para el                       bien                            común.
- Eso estaba implícito. Porque en cada  persona que sufre, veo a mi papá. (Habla, como si dialogara consigo mismo)  Él, siempre silencioso, analítico e introvertido. ¿Sabe? (risueño)...con mi hermano mayor lo seguíamos al  club, para tratar de que tomara copas: "servile sin que se de cuenta", le decía yo a Juan. Queríamos emborracharlo, pero nunca pudimos.

- Quería verlo reír...
-  Queríamos verlo feliz o por lo menos un poco gracioso, aunque fuere una vez. Pero ahí fracasé.  Por eso, cuando fui gobernador,  no dejé que se cerrara un solo ingenio, ni un servicio ferroviario. Llevaba en mí la cara de mi papá, grabada a fuego, cuando perdió su trabajo;  y yo, chiquito (sin dramatizar), tuve que tutearme con la muerte. Ganaba algunos pesos,  con un cajoncito, una pala y un pincel. Pintaba las cruces del cementerio.

  - Pero tuvo noción de la oportunidad. Nació a la política, justo con el efecto Fujimori. Cuando se devaluaron trayectoria,  militancia y algún valor ético que permanecía.
-  Fue en aquel momento, porque decidí sobre la realidad que veía.

- Con pragmatismo: la ideología del pensamiento único, que niega las ideologías, pero lo es…
-  Con sentido práctico, sí, pero  también con ideales... ¿o acaso alguien puede vivir sin ellos 
y sin sueños? Yo no comparto que las ideologías murieron porque cayó el Muro de Berlín y fracasó el comunismo. Y fue por mis ideales,  que en mi gestión revitalicé la cultura, bajé la mortalidad infantil y... (sigue una larga enumeración). Y si no hice más, (se apasiona) fue porque con la miseria que recibía de coparticipación federal, no alcanzaba. En cambio, a Eduardo Duhalde, Carlos Menem “daba” seiscientos millones de dólares extras al año, para la provincia de Buenos Aires. ¡Y yo tenía la grabada la cara de mi padre¡
La boda con Evangelina Salazar 

- Ni en los sueños ni en los dolores, nombró a su mamá, ¿siente rencor porque los abandonó?
- No la juzgo porque hay que saber cuál era su origen.
- Pero las mujeres suelen reaccionar con lo más puro de los animales. "¡Que no me saquen la cría",  ¿cómo fue que ella dejó a sus hijos?
- No sé, la tuve cuando era chiquito. Hasta que empezaron las pausas.
 - ¿El dibujo de la ausencia?
- Sí.  Que ella estaba y que no estaba (el tema le duele todavía). Cuando estaba me nacían hermanos; y cuando no estaba, yo iba a las cosechas por un camino y alguien me decía: "ahí está tu mamá", pero yo no la veía. Hasta que un día no estuvo más. Yo tenía unos doce años.   - ¿Y sufrió?
- (Cortés, pero dolorido) ¿Es necesario hablar de esto?
- Explica mucho de usted...
- Es que.. hay cosas que son muy fuertes emocionalmente. Pero como en aquella época yo  tenía que trabajar duro, iba matando el tiempo, ¿no? (Largo silencio, le duele) Bueno, no quiero caer en frases armadas, pero a veces no hay tiempo para llorar las penas y uno se hace  en la calle.
- Pero tuvo suerte. (El jockey a quien cantó Carlos  Gardel) Irineo Leguisamo terminó de formarlo...
- Sí, yo (con alegría) fui como un hijo para él;  para un hombre  que no conoció a su padre y que  -de pura pobreza- llegó a dormir sobre la piel de un corderito. Pero aprendió  y fue un exquisito: con la comida, con la bebida y con la conducta; y todo me lo enseñó. En nuestras ceremonias de dos, Leguisamo me enseñó la vida.  Y cuando murió, me dejó hasta su bodega, sus trofeos y las corbatas de Gardel.
Con Irineo Leguizamo
- ¿Le enseñó a defender la vida de los demás?
- Me lo ratificó, porque yo lo sabía. (De nuevo está solo, aunque yo esté frente a él) Pero...pensar que Luis, uno de mis hermanos mellizos, murió en un accidente  hace dos meses...y que mi hermana Charito también murió en un accidente. (Dolorido) Y que  a ninguno lo vi muerto. A Charito, porque ese día yo debutaba como cantante,  en lo que después fue El club del clan; y a Luis porque yo estaba en Miami y en el avión que podía viajar, hubo una amenaza de bomba. ¡Qué raro!... ¿no? (lo dice como si interrogara a Dios).
- ¿Lo siente como una advertencia y no sabe por qué?
              - Sí. ¿Por qué la vida cobra un impuesto tan caro, cuando la muerte se equivoca?
              - Curioso... cuando murió Charito, usted se iniciaba en el canto;  y Luis murió cuando                      usted  empieza este desafío a la Presidencia.  
           -  Sí... ¿Por qué la coincidencia?¡ Otra vez se me aparece la muerte!
- Como muertes había acá  en el '76, cuando usted  las omitía con su: "...cantale a las cosas buenas, con tu guitarra por la ciudad..."
- Pero yo era ingenuo,  como la mayoría de la gente y actué de buena fe.
 - ¡Ortega! También cantaba “La felicidad”, en momentos de la dictadura más cruel que      tuvo Argentina...
- Pero yo la escribí en 1965 y alguien, con mala intención, dijo que la hice en el ’76. Y después, un intendente prohibió que los chicos se besaran en las plazas; entonces me pareció atroz y escribí: "si no te gusta ver feliz a los demás, tirate al río en la parte más profunda..." Bueno... después alguien dijo que que yo había hecho aquella canción, cuando los militares tiraban  personas al río.
- Pero también fue su canción:  "me gusta el mar, soy guardián de mis fronteras..." Y eran tiempos del criminal Emilio Eduardo  Massera...
- Pero yo no pensé en Massera y la escribí cuando estuvimos a punto de entrar en guerra con Chile. Ahora, ¿por qué no recuerdan cuando compuse en contra de la matanza de Trelew (el 22 de agosto del '72)? Aquel día me corrió tanto frío por la espalda, que escribí: "...hay muchos que dieron su vida, que dieron su sangre por la libertad..."
- También filmó "Dos locos en el aire" en la Escuela de Aviación de Córdoba, donde había detenidos-desaparecidos, ¿tampoco sabía?
- No, créame. Si hubiera tenido conciencia plena de lo que pasaba, no la hubiera hecho. Pero también perdí todas las licitaciones a las que me presenté en aquel tiempo; y perdí  un millón y medio de dólares cuando trajé a Sinatra y pagué todo. ¿Nadie recuerda la verdad?
Palito y Frank Sinatra


- A ver, Ortega. Hay en su casa  cuadros dedicados "al amigo" por (el pintor) Carlos Alonso, ¿es amigo de él?
- Sí, y él tiene una conducta extraordinaria. Estuve muchas veces en su taller y tuvimos charlas muy profundas.
- Pero Alonso tiene unaconducta clara y una hija desaparecida: Paloma.
- Sí, él me lo contó en Roma. Empezamos a hablar a las 12.30 y eran las cuatro y no podíamos levantarnos. Era la confesión de un amigo.
- A eso apunto. Entonces usted sabía lo que pasaba...
- No, me enteré después de un tiempo largo de no haber sabido nada. Pero saber lo de Paloma fue decisivo para mí. Por eso cuando volví acá, empecé a meterme para buscar  información. Estuve pasilleando por muchos lugares, inclusive por cuarteles para saber de ella. Y pasaron otras cosas que prefiero guardar, por respeto a la amistad.

Evangelina, con 5 de los 6 los hijos del matrimonio
- ¿También es amigo de Serrat?
- Sí, y lo admiro por la ética y la coherencia. La última vez que comimos un asado en Tucumán, llamamos por teléfono a Carlos Alonso.
- No me cierra... ¿cómo es su charla con ellos, cuando hablan de temas como el indulto de Carlos Menem?
- Coincidimos. Porque para mí el indulto fue una herida, como lo fue para la Justicia y para la sociedad toda.
Con su gran amigo, Juan Manuel Serrat
- ¿Habló de esto con sus mujeres: Evangelina y su mamá?
- Con mi madre no, pero la veo y tenemos una relación muy buena, porque por encima de todo es mi madre.
- ¿Cómo se reencontraron, después de que ella se fue?
- (Le duele el tema, pero contesta por cordialidad) Mire, cuando grabé mi primer disco, empezaron a llegar cartas; y  yo las ponía en una cajita y no la abría, para esperar que se juntaran más... (muy llano) y tener alegría. Después, me acostaba y las leía, hasta que llegó una que decía: "Querido hijo: pasaron los años...ta, ta, ta". Era de mi mamá.
- ¿Y qué era "ta, ta, ta"?
- Bueno... me contaba que se había casado y separado, y qué hacía en aquel momento. Pero...¡imagínese cómo me sentí!... tantos años sin verla y ella  (regocijado) me escuchaba por radio. Y  empecé a buscarla pero no sabía bien cómo actuar, hasta que al fin...¡la encontré! Y ahora está bien y...y la quiero mucho (parece en otro mundo).
 - ¿Dónde anda su alma?
- Acá, acá (se ríe) y está bien,  en armonía con mi cuerpo.
- ¿Y en el cuerpo, si es presidente, se hará cirugías, entretejidos  y... esas cosas?
- (Risueño) No, ya me saqué las bolsas de los párpados pero no me tiño el pelo, ni me hago esas cosas en la cabeza. Porque para la gente yo soy Palito, así como soy. Y seré Palito Presidente, así como soy. Además, gracias a Dios tengo salud: como todo y todo el día, sobre todo asados -soy buen parrillero- y comida italiana. Ah... y tomo  buen tinto.
- ¿Tiene buena bebida?
- Sí (está tentado) mire, una vez un mexicano me desafió a ver quién tomaba más tequilas. Andábamos por el quinto, y por el sexto y por el décimo y yo picaba cositas, pero veía que él no comía nada. La cosa es que después de tomarnos  dieciséis tequilas cada uno, nos fuimos. Y él la erró cuando quiso subir al auto; se cayó y yo no podía parar de reír. Pero salí enterito (carcajadas) y  nunca me emborraché.
 ¿Evangelina  es               alcohólica y anoréxica,                      como se dice?
- Yo sé que dicen eso. Pero mire...voy a hacer una cosa que no hacía, desde chico: voy a jurar. (Me mira muy profundamente, solemne y serio) Le juro por Dios que todo es absolutamente mentira. Evangelina tiene un aspecto frágil pero también, un temple y un equilibrio que jamás le permitirían vivir esas situaciones.
- No le debe ser fácil estar con usted, cuando se enojan y  no le habla...
- No le hablo porque no sé discutir. Me quedo dentro de las cosas pero, a la corta o a la larga, los problemas se aclaran.
- ¿Se enamoró de ella o la eligió para tener, por fin, una familia?
- Yo sentí que era la mujer con quien yo quería casarme. Mi mujer, la madre de mis hijos, mi compañera. Todo. Y curiosamente, el día que la conocí le dije (sonriente): "¿dónde anduviste  anoche, que a los chicos tuve que acostarlos yo?" Por suerte, fue como la soñé.
- ¿En aquel momento vivía tanto éxito como soledad, no?
- Sí,  llegaba a mi casa con el eco de los aplausos, con un disco de platino o con todo lo que cobraba en los clubes. Pero estaba solo. Como me pasaba a mis cuatro años, cuando metido dentro de mi saquito morado, solo y muerto de miedo,  empecé la escuela.
- ¿Evangelina dejó la carrera de actriz porque quiso?
- Sí, tuvo la valentía de renunciar para dedicarse a la familia.
- ¿Fue valentía de ella o egoísmo suyo?
- Yo nunca le planteé formalmente que renunciara. Pero si hubiera sentido que  me encontraría con mi mujer en los aeropuertos o en las grabaciones, no me hubiera casado. Por suerte,  ella fue  inteligente y encontró un equilibrio en el desorden de mi vida; además, siempre mantuvo mi presencia en la casa, aún con las ausencias prolongadas de mis giras.
Con Amalia Lacroze de Fortabat
             - ¿Y con sus mentadas infidelidades?
- (Se pone tenso) Mire, a Miami iba mucha gente amiga y yo la acompañaba a hacer compras y... por ahí eso dio lugar a fantasías. Pero son sólo eso: fantasías.
- ¿Fue fantasía la foto de tapa en  "La Semana", con usted y la señora Amalia Lacroze de Fortabat,  de la mano por Vía Condiotti (Roma)?
-  Bueno, pero con Amalita fuimos y somos amigos.
 - ¿Anda de la mano, con las amigas ?
-  No era de la mano. La llevaba del hombro, porque era difícil caminar por esas calles empedradas. Y además íbamos con un grupo de gente y... ¡y no tengo por qué defenderme¡ Porque  hay una mujer que es mi mujer y la madre de mis hijos, a quien  debo el respeto de no andar hurgando en estos temas.
- ¿Evangelina tiene celos de la señora de Fortabat?
- ¿De qué? Me parece gracioso. Además, cuando estuvimos  en Buenos Aires, Evangelina y yo fuimos muchas veces a los cumpleaños de Amalita.
- Ella contribuyó con su campaña con 2.500 zapatillas y le prestó un avión, ¿le dio más dinero?
- Sí, yo hacía shows y festivales para equipar bien la escuela "Nuevo sol", que doné antes de ser gobernador. Pero también pedía; y Amalita   me dio mucho cemento, herrería, carpintería y sanitarios, por la amistad que nos une.
- ¿Y con qué códigos tiene una amistad -un encuentro de almas- con alguien a cuyo mundo no pertenece?
- ¡Ah! (Tranquilo) Es que hay que conocer a Amalita. A ella le interesa más hablar con alguien que tiene un proyecto de trabajo,  que con quien va a tomar sol a Punta del Este. Porque es inteligente y sensible... ¿qué tiene de raro nuestra amistad?
- ¿No es una más, de sus apuestas a ganar?
- No, mis apuestas son otras, entender a mis hijos, por ejemplo. Por eso al desnudo que hizo Julieta (la hija mayor, quien posó desnuda)  le  busqué  la mirada estética y pude aceptarlo. Y por eso disfruto de los demás chicos o me emociono cuando a Emanuel le veo gestos míos en el escenario (está baboso). ¿Sabe qué me pasa? ... Que  me enternezco cuando las chicas que lo esperan  me gritan "suegro".
Con Evangelina
- Todos tenemos un antes y un después de algo, una zona de fractura, ¿cuál es la suya?
- El antes fue el pasto escarchado, cuyo frío me atravesaba las alpargatas. Fue la única porción de pizza que comía  en el día; y  sobre todo, aquella tapa de aquel sótano que se cerraba sobre mi cabeza. A partir de allí,  todo fue después.
- ¿La zona de fractura fue el fin de la miseria?
              - Sí, después de aquello, todo fue después. Y el después fue la oportunidad. Y no haber                        bajado los brazos. Y haber conocido a gente de todas las condiciones morales y sin                              embargo, haber seguido mi camino. Ahí se dividió mi historia, entre un pasado del que                        salía;  y la posibilidad de alcanzar una meta, por mi propio esfuerzo.
             - ¿Tiene preparación como para -por ejemplo- no citar escritos de pensadores que                                 jamás escribieron, como hace el Presidente Menem?
- (Se ríe, travieso)  Mire,  yo no sé de todo -salvo lo que estudié de economía- más algo de pintura y mucho de poesía latinoamericana (recita fragmentos de Vallejo, Neruda y otros poetas).  Pero la vida me formó y para lo que no sé, habrá un equipo con  los más capaces.
Con Sandro y Leonardo Favio
- Los más capaces no son siempre los  mejores. Depende de cómo miran la vida, como estética o no....
        - Es verdad, pero yo citaré a los más capaces y buenos.  Y hablaré con todos los sectores y...
- Para el diálogo hace falta la voluntad de dos partes. El gobierno intensifica un modelo de impiedad y...
- Sí, pero no puede negar la desocupación y la falta de una red de contención social. La realidad es incontrastable y uno puede decir que no llueve, pero  se  mojará.
- Para poder burlar la realidad hay que conocerla...
- ¡Claro! Y haber sido pobre, me acerca a los que menos tienen.  Porque yo sentí lo que ellos sienten. Pero no soy populista y no estoy de acuerdo con las políticas de beneficencia. Hay que transitar por donde va el mundo y saber generar recursos.
- ¿Cualquier cosa, para no sentir la soledad del saquito morado?
- No, cualquier cosa no. Y es por placer. Porque, por ejemplo, cuando bajábamos los índices de mortalidad infantil en Tucumán, sentí más placer que con todos los discos de platino juntos. Y la política es el gran instrumento para conseguir el bienestar de los demás.
-Me recuerda aquello de  James Dean, y de entregar los frutos de la cosecha...
- Sí, de la cosecha de toda mi vida. Y quisiera   que la recibieran  con alegría, como la recibió  mi padre. Aunque Argentina no sea el este, ni -todavía- sea un paraíso.
 
21 años después de esta nota, sus Bodas de Oro, en 2017
Cristina Castello
26 de septiembre de 1996
Publicado en Revista “Gente”

             Rayos X

* Nació el 8-3-41  en un rancho de Lules, Tucumán.
* Su padre es  Juan (90) y su mamá,  Nélida  Saavedra (70).
* Hizo el secundario en Lules y partió para Buenos Aires.
* Después de mucho esfuerzo, se hizo famoso con  "El Club del Clan".
* En 1967 se casó con Evangelina Salazar: tienen seis hijos.
* En agosto de 1985 se radicó en Miami.
En 1991 pasó a la política: fue gobernador de Tucumán, hasta el  95. Después volvió a Miami.
*Ahora pelea para ser  presidente de la Nación.
            * Apoyaron -en efectivo- su campaña para gobernador, los empresarios: Marcos Paz Posse,                      Petter Sutter, Vicente Lucci, la familia Toraso y la señora de Fortabat.