sábado, 12 de agosto de 2017

LOS K CONSIGUIERON EL EFECTO CONTRARIO en “DDHH”- Cristina Castello

Hoy, por la prostitución que hicieron los K, la mayoría detesta la defensa de los de ‘76-‘83 (claro, de la Triple A, los K no hablan), el histórico Juicio a las Juntas  y todo lo que se hizo antes de que ellos los prostituyeran.
He defendido y defiendo la vida de todos; me opuse ferozmente mucho más de lo que mis pocos años de entonces y la dictadura criminal, me permitieron... y más: arriesgué la vida, sin otra militancia que la de defender la sacralidad de la vida. Por estar contra de todos los golpes de estado, ergo: en favor de la democracia y de la República.

El kirchnerismo envileció los derechos humanos; ignoró a quienes fueron masacrados -niños, adultos, etc.- por los Verbitsky, Vaca Narvaja, Firmenich, Perdía, Abal Medina... y toda la caterva de criminales.
Ni hablar la clase de monstruos en que se convirtieron -o siempre fueron y no lo habíamos visto- las Bonafini, Estela Carlotto, etc.

El kirchnerismo mintió y miente con el número de personas que sufrieron desaparición forzada, la cárcel, la tortura, la muerte. 
No se puede edificar nada a partir de la mentira.
En una palabra: Cristina Fernández de Kirchner, consiguió que -quienes sinceramente resistimos contra la muerte, los horrores y  la carencia total de instituciones de aquellos años, estemos hartos de los supuestos derechos humanos; y del continuo sonsonete de los '70.


Basta. Estoy harta.  Estamos hartos. Todo el tiempo se habla de lo mismo; y la grieta se agranda, de la mano de la hipocresía. De la mentira,

Lo que los K usaron, usan, inventaron, de los derechos humanos, logró que la concientización que se hizo con el doctor Raúl Alfonsín, -un demócrata- hoy se ha
ya revertido.
Hoy y por culpa del aprovechamiento de los derechos humanos por parte de los K, muchos odian lo que debería ser sagrado: la Justicia, la verdad, el bien, la libertad de todos, la República, la Democracia.

En cuanto a mí, me agotan.
Sí, a mí, que defendí y defiendo la vida de todos como algo supremo.
Pues los K y la llamada “izquierda” en Argentina, como tumbas de todo valor, son una
Oda a la muerte; y hasta escribirían una “Oda a Stalin”, como la imperdonable de Pablo Neruda; o una oda a Nicolás Maduro, tirano y criminal; o, mejor, una oda a ellos mismos: al kirchnerismo. Por Gracia, no tienen pluma para hacerlo, pero la Oda existe en sus actos, repugnantes.

Que en la TEVÉ pública, Radio Nacional y  otros medios de los argentinos, pues son del Estado y el Estado es de los argentinos, estén demasiado presentes los '70,  sin un análisis profundo, es –también- una injuria. Invitados ex guerrilleros, quienes –hoy siguen justificando la violencia; invitados, quienes no reciben ni una repregunta con argumentaciones, para poder mostrar la verdad  tanto más, en nombre de un supuesto pluralismo, que no es tal.
Y también esto juega en contra del país nuevo, que el señor presidente Mauricio Macri, acompañado y querido por sus votantes, queremos  construir.


"Lo que no soporto es que la falsedad de este o de aquel, hallen máscaras tan aderezadas, que nosotros, los verdaderos, convencidos de todo y boquiabiertos, colaboremos en su carnaval, sin saber bien dónde está la vida". (Pablo Neruda, antes de la “Oda a Stalin”, por cierto).

Cristina Castello
Palabras al pasar, escritas en FB
12/08/2012