lunes, 29 de enero de 2018

DULCE PÁJARO DE JUVENTUD, palabras del Maestro Oscar Barney Finn, un día antes del estreno

«Mientras uno pueda comunicarse con alguna persona dispuesta a comprender,
aún le queda una posibilidad de ser rescatado» 

Tennessee Williams, en «Memorias»


Foto: Juan Ferraro en revista "Noticias"
Mañana estamos llegando puerto y esta noche no puedo evitar pensar y sacar algunas conclusiones acerca de este nuevo desafío con un texto de Tennessee Williams.
Siempre quise la mayor libertad para encararlo y en este caso nada me lo impidió. Partí con una interrogación dialéctica frente a los diversos temas que componen una lí nea argumental conflictiva. Nada me lo impedía y la investigación se abrió hacia el periodo de vida convulsionada que vivió Estados Unidos en los años 50,ese sur ancestral que marcó la vida y la obra de del autor pero sin dejar de lado la revisión necesaria frente a la dramaturgia.

Quizá lo que complicó un poco la primera impresión fue toparse con las adaptaciones distorsionadoras de Richard Brooks con sus happy ends y concesiones al «Código Hays»  y algunas miradas esquemáticas de mundos que se alejan de la cotidianeidad. Pero la constancia, la paciencia y la perseverancia disiparon dudas; y al final la concepción de la historia para su versión escénica quedo encaminada. Recién cuando se tuvo definido el Teatro su concepción espacial completó el diseño que nos fue guiando para darle el tiempo justo al relato.

El cine siempre es poderoso con sus imágenes y su aparato comercial impone iconos, más aún si son Hollywoodenses. Williams, desde el comienzo, también ayudó a sostenerlas dando parejas inolvidables que llevan su impronta cuando se nombran las emblemáticas: «Un Tranvía llamado deseo», «La gata sobre el tejado de zinc caliente»,  o «Dulce pájaro de juventud».

Todo ayudó para eclipsar a excelentes actores teatrales que las impusieron en Broadway cuando todavía no eran éxitos. Por eso, al encararla, mi objetivo fue buscar actores capaces de acercarse a esa actriz en su ocaso y a ese gigoló que comienza a perder el pelo, sin que tengan que parecerse a Newman o a Pague, alejados del convencionalismo de la decadencia pero si con la capacidad dramática para sostener la poética.
Sí es cierto, cuando alguien dice que nunca estoy contento, que sonrío poco, o que soy inflexible con lo que me propongo. Que quizás sea obsesivo, detallista y empecinado.
Es así y quisiera que cada uno de los que me rodean lo entendiera.

Creo que el estudio y la experiencia avalan mis decisiones y que a esta altura de la vida no tengo que explicar hacia dónde llevo el barco. Sin embargo no siempre lo que uno desea, funciona. Tengo dudas, temores y a veces me bloqueo. Puede suceder con una acción, un movimiento, un personaje, una frase o una palabra. Más, cuando uno encara un texto de Williams y quiere ser fiel a su poética, pero también desea encontrar un nuevo camino para esa historia que se escribió hace más de cincuenta años. 

Sin darme cuenta he pasado días de ensayo parado en el escenario pendiente de la acción, de un gesto, de un silencio que lleve a la emoción. A veces, el actor no le es fácil saberse en «el ojo del huracán»,  pero siempre están allí expuestos y uno sabiendo o intuyendo qué darán.

Es también allí donde uno intuye si eligió mal y como lo pasará en el resto de viaje. Tennessee es una «borrachera verbal» que nos da sustento pero que tuvimos que encaminar para lograr el vuelo dramático en una línea de acción que por momentos bordea el thriller.

Todo sucederá en el Hotel  donde se lanza la candidatura del Jefe Finley y en donde se alojan Alexandra del Lago y Chance Wayne. Allí está concentrado el relato. Fue una concepción, una opción, una forma posible de relato y  él l apostamos con todo un excelente equipo.

Gracias por haber aceptado esta convocatoria y brindarse en la medida de sus posibilidades a cada uno de los que componen el equipo:
Espero que esta noche disfruten lo que hemos plasmado, y que logren establecer el círculo mágico con el público.

Mi tarea ahora está en sus manos; no es fácil el desprendimiento pero es necesario.
Aunque siga estando cerca, ustedes son los constructores de cada noche .Como dice Giorgio Strehler «hacer teatro es hacer y deshacer cada noche una catedral, una manera de desafiar al cielo”.
Fuerte abrazo a cada uno:
Beatriz Spelzzini, Sergio Surraco, Carlos Kaspar, Malena Figo, Vico D’alessandro, Pablo Mariuzzi, Pablo Flores Maini, Maby Salerno, Gastón Ares, Sebastián Dartayete, Pablo Viotti, Mauro Pérez.
Cristina Piña, Gonzalo Demaria, Axel Kryeger,
Daniel Feijoo, MiniZucherri, Paula Molina, Claudio del Bianco Facundo David,
Ricardo Fasán, Elsa D’Agustini, Cecilia Much
Sol Vannelli, Verónica Dragui, Lucia Cicchitti , Celeste
Milli Morsella, Flor Laval.
Mi agradecimiento a Leonor Benedetto, Gonzalo Heredia y Marcial Berro por acompañarme; y a Daniel Miglioranza
Marion Waiss, Fundación Tennessee Williams
Fundación Banco Ciudad.
Monina Bonnelli, Teatro 25 de mayo y a todo su staff Técnico y administrativo

Escrito anoche (antes del estreno)
Oscar Barney Finn, en su Facebook        
29 de enero de 2018


Dedicatoria

Quiero dedicarles a estas dos queridas amigas y estupendas actrices que representaron generaciones y épocas distintas.

El estreno de «Dulce pájaro de Juventud»,  porque con ellas compartí proyectos, ilusiones y realidades que me permitieron dimensionarlas no solo como actrices sino también como seres sensibles, compañeras cálidas, y mujeres comprometidas con el Teatro. Siempre serán admiradas pero mucho más queridas. Un grato recuerdo que me acompañara.
El programa corresponde a un homenaje en vida que se le hiciera en el Cervantes y ellas me dedicaron.
                                Oscar
Foto Barney Finn: Juan Ferraro. Foto Tenneessee Williams: Gerard Malanga

«Dulce pájaro de juventud»
Dirigida por Oscar Barney Finn
Centro Cultural 25 de Mayo
Triunvirato 4444
Jueves a domingos, a las 20.30
Entrada, $300

ALGUNAS CRÍTICAS, APENAS TERMINADO EL ESTRENO: