Cristina Castello es de
las periodistas entrevistadoras con mayor prestigio a nivel nacional y
conductora del programa Sin Máscara,
emitido por Plus Satelital. En esta charla, cargada de actualidad, Cristina
Castello desgrana, además, un sin fin de valores, de esos que hacen falta por
estos días a casi toda la humanidad.
Su
voz, que grita con el volumen de la cordialidad, tiene ahora el ahogado tono de
los que luchan y luchan, sin cesar. Por eso, Cristina Castello, la periodista
que ha peleado por despertar conciencias, por construir igualdades, por
encontrar remanso aún en medio de la tempestad, habla hoy de las verdades que
se callan. Habla del levantamiento del programa En la Vía, de canal 7 y de lo que hace falta para que esto no
vuelva a pasar.
Es
quien hace tiempo escribió “...sabemos
cuánto frío pasamos recién cuando el calor nos abrasa y cuánto hambre padecimos
recién con el primer bocado....antes vivimos para resistir”; es quien
recordó aquello de Kafka de que la
literatura es “el pico de hielo que rompe
el mar congelado que tenemos dentro” y quien hizo de su vida la coherencia
de los actos y las palabras, consagrada en busca de un comunitario bienestar.
He aquí la piedad, las mariposas, la poesía –siempre
presente en sus mensajes-, los árboles desnudos, la luz, los gobernantes, el
talento, la fama, los interrogantes del alma y la sinceridad. El vino tinto...
y aprender a volar. (Gabriel Bauducco)
¿El periodismo es un arte o una profesión?
Gabriel, vos sabés que equiparo arte, Dios y amor.
¿Te parece que doy ese lugar al periodismo?
Ya está: es clarísimo
Sí, pero
dejame agregar algo. El periodismo es un oficio cada vez más degradado y
paradójicamente, cada día con más poder. Además, para los ojos que saben ver el
arte es verdad en estado puro: devela mundos y también al artista. ¿Qué de
lo profundamente humano devela el periodismo de hoy? ¡Por Dios¡ Si bien hay periodistas honestos y coherentes, son pocos y –aún así-
no son/somos artistas. Por otra parte, casi todos los mejores están fuera de circulación en los medios masivos: no
convienen. Porque se nota más la diferencia con el resto y porque se los
discrimina con el rótulo de “caros”.
¿Hay excepciones?
(No duda) Sí, en medios gráficos Ernesto Schóó; fue él –tengo el honor de contarlo- quien
me eligió para su equipo en la sección Cultura del diario Tiempo
Argentino. Pero Ernesto es un escritor exquisito y ya prácticamente no
ejerce el periodismo, como antes. Tal vez haya otros...no quiero ser
injusta, pero el único nombre que se me
ocurre ahora para asociar periodismo y arte es el suyo. En televisión en cambio, no hay ninguno.
Claro que ninguno tiene/tenemos la obligación de ser artistas. Sí, de ser coherentes,
informados, formados y de trabajar para el Bien.
¿Por qué decías que “el periodismo está cada vez más degradado”?
Porque Argentina
está degradada en los valores
esenciales y eternos y el periodismo no tiene la nobleza de hacer de la verdad,
un sacerdocio. Salvo alguna excepción,
los medios gráficos sólo quieren vender y nada les importa la calidad. Mucho
menos lo verdadero. Los medios son un negocio.
Les interesa pagar poco –cifras miserables- y que “todo salga con fritas”, como se dice en la jerga nuestra. No olvido
que en la revista del diario de más venta en Argentina, donde yo hacía muchas
de las notas de tapa, me decían: “tenés que nivelar para abajo”. Esto fue entre 1993 y 1996 y yo quedaba azorada: nunca había escuchado
algo semejante. Pero ahora esto es un lugar común y lo peor es que el
perjudicado es el público. Y el público no
es una cosa, el público esta constituido por seres
humanos.
- ¿Qué pasa en televisión?
Pasa que hoy en Argentina, televisión es sinónimo de monopolios constituidos por empresas que sólo quieren
lucrar. Pasa que esas empresas se arrogan el derecho de decir qué vende y qué no, e ignoran la sed.
Sí, la sed que tienen millones de
personas que quieren recibir contenidos
y no ser tratadas como ganado. Pasa que en televisión –salvo excepciones o alguna excepción- no están los mejores,
sino quienes tienen sponsors. Y para
tener sponsors, en general: o se recibe dinero para hablar o callar; o hay que pertenecer a las elites del Poder; o hay
que hacer programas que traten de idiotizar. Porque para imponer un modelo (valga el contrasentido del
término) de exclusión social, importa un pueblo de ovejas. Está prohibido despertar conciencias,
promover la participación ciudadana que exige la democracia o conmover profundamente:
sólo importa la sensiblería, muy
distinta por cierto de la sensibilidad.
¿Qué me decís de los periodistas que hacen televisión?
¿Periodistas? Bueno, hay excepciones pero la mayoría
de quienes aparecen en la tele como conductores de programas, nada tiene que
ver con el periodismo. Y hablo del aire y de cable. Son operadores políticos,
actores/actrices, modelos, médicos, psicólogos, etcétera, metidos a periodistas para hacer su negocio con las empresas que
–para ellos sí- están dispuestos a invertir sus dineros.
Pero ahora está Canal 7 renovado. Desde México no lo veo, pero sé que
ganó unos cuantos premios.
Mirá Gabriel, en Canal 7 hay algunos programas buenos.
Otros son vergonzosos y otros –más allá de la calidad, discutible en la mayoría
de los casos- están hechos por personas que nada tienen que ver con el
periodismo. Simplemente tienen sponsors.
Peor aún, el año pasado había unos cuantos que estuvieron con el proceso, y/o fueron personeros del
carapintada Aldo Rico o estuvieron con el menemismo. Y es escandaloso, porque hablamos del canal
que debería ser de todos los argentinos. Fijate que el viernes 25 de mayo descubrí,
zapping mediante, un programa en el ex-ATC, que conduce desde entonces Pacho
O’Donell. Recordarás… es psicoanalista (a las autoridades del Canal les encanta este rubro para reemplazar a los
periodistas) y dramaturgo; después devenido
político con Alfonsín, más tarde devenido funcionario menemista y
también devenido comunicador social. Bien, en el mismo horario, el control remoto me llevó a Canal a, donde también estaba O’Donell
en la conducción de otro programa... ¿Hasta compite consigo mismo? Por otra
parte, ¿qué códigos de ética y qué culto a la memoria....para que Nunca Más hace la Secretaría de Cultura
de la Nación con sus “elecciones” para los programas?
Cris, ¿estás pesimista?
No, jamás lo sería: no es mi naturaleza. Pero uno de
mis lugares comunes es que para poder
burlar la realidad hay que conocerla. Por eso estoy realista.
A ver, ¿qué programas buenos tiene Canal 7?
De los que vi podría nombrarte entre otros: el que conduce Pepe Eliaschev, D.N.I.
Historias Debidas y En la Vía.
Que quede claro que hay más, sólo que ahora digo los que recuerdo.
Pero mirá lo que pasa...
A ver...
Mirá, En la Vía fue declarado de interés social y cultural por el INADI (Instituto Nacional contra la
Discriminación), de interés por la Secretaría de Derechos
Humanos del Ministerio de Justicia y de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación.
Está bien: , dijiste que el programa es
bueno....
Claro que es bueno: trabaja para construir. En la
Vía empezó en el verano y hoy es el segundo en medición de audiencia. Cuenta
verdades a través de historias de personas que –agotadas de esperar soluciones
de trabajo que les permitieran una vida digna- hacen sus propios proyectos, de
manera de tener trabajo, casa, salud... ¡defienden sus derechos humanos y su condición ciudadana! Por ejemplo, el
capítulo del miércoles 31 de mayo a las
22.15 -Carne Viva- ya con su sólo
título te cuenta de su hondura.
¿Entonces?
Entonces En
Carne Viva es el nombre de la última emisión de En la Vía.
No entiendo...
¿Y quién puede entender que se burle así al público
que –ya estaba dicho: son personas, son almas- y adhería a la propuesta? Canal
7 no le cerró la puerta, claro. Pero hay formas de hacerlo, aunque no sean
expresadas a viva voz. La producción del
programa decidió levantarlo, porque
lo único que hizo el Canal fue ceder el horario. Nada más. Sus autoridades dicen que tienen interés en que continúe, pero que
no tienen presupuesto; y no les
facilita lo que en nuestra jerga se
llama fierros (todo el andamiaje que
hace falta para grabar), ni horas de edición. Ni nada.
¿Y cómo se mantuvieron hasta ahora?
Con mística. Lo cual traducido a términos prácticos, hoy significa trabajar
ad-honorem, pero en el equipo de En la Vía nadie tiene la fortuna de Bill
Gates como para seguir así. Todo el
grupo siguió, pero por tracción a sangre
de cada uno de ellos: todos tenían necesidad de mostrar la exclusión social despiadada y
creciente que vivimos y que no es
habitual ver en pantalla. Querían despertar a quienes lo veían.
Pero están todas esas
declaratorias de interés social, cultural y de todo un poco y precisamente de
organismos del Estado...
Sí, sí, muy
bonito todo pero eso no es dinero. Y si bien me informé y sé que Canal 7 no
había prometido nada más, esto fue cuando puso a En la Vía en pantalla: en verano y cuando nadie apostaba nada al
programa. Pero ahora con el esfuerzo de todo el equipo y con la medición que
tiene, me parece que habría que pensar en la teleaudiencia y no en si tienen
sponsors o no.
¿Por qué no tenían anunciantes?
Bueno, ahí está el tema. Ni una sola empresa de esas
a las que les interesa el país apoyó
el proyecto. Y lo peor, es que todos apoyan con dinero
programas mediocres, obvios, sin valores pero sí con apoyo político y siempre que no traten temas urticantes. Nada tiene
que despertar. Todo tiene que adormecer conciencias. Algunos, pienso a veces,
son una suerte de empleados públicos con sueldos de privilegio: el noventa y
nueve por ciento de las publicidades que tienen son del Estado.
¿Y
dónde conseguimos los mortales un poco de piedad?
Gabriel, no soy un sabio de manera que sólo puedo
decirte lo que mi sentir y criterio me permiten. Creo que la piedad puede estar
en la unión entre los que queremos una vida digna para todos. En la conciencia
despierta, en los ojos bien abiertos y en el amor al prójimo: Un amor hacia todo me atormenta escribió
Miguel Hernández y ahí está la clave. En
este momento recuerdo las máscaras griegas. Con la boca hacia abajo
representaban la tragedia y con la boca hacia arriba la alegría. Bien...tendríamos
que abroquelarnos todos con la boca hacia arriba, con la dicha que causa estar
habitados por la fraternidad y dispuestos a apropiarnos del derecho a la
esperanza que se empeñan en quitarnos. Yo nunca cejaré en ese intento, que es
también una forma de transmitir cultura.
Lo sé, Cristina, te conozco. Pero,
empecemos con la boca hacia arriba y juguemos un poco al ping pong, ¿sí?
Bueno.
No Pienses las respuesta: contestá lo primero que se te ocurra, ¿vale?
Vale.
¿Qué es un abismo?
Es no atreverse al amor. Cuando hay amor, que
implica generosidad, todas –dije todas-
las imposibilidades pueden vencerse.
¿Por qué hay pocas mariposas en la ciudad?
Porque hay pocas flores. Pero hay personas que son
mariposas y aletean. Siempre.
¿Qué les falta a los humanos para aprender a volar?
Imaginación.
¿Uno puede morir muchas veces antes de que llegue la muerte?
Quienes somos intensos nacemos y morimos muchas
veces al día. Pero siempre es más fuerte la vida. Siempre es más importante la
mano que da, que aquella que quita.
¿Por qué cosas arde tu sangre?
Por amor en todas sus variantes, ante los gestos
fraternos y por emoción estética: por el arte en alguna de sus manifestaciones.
¿Cómo siembra uno en su casa un almácigo de alegrías?
Con paciencia activa y trabajando para la alegría
como si Dios no existiera pero con la
certeza de que existe.
¿Por qué a veces duele tanto el amor?
Daría para un tratado. Casi siempre los grandes
amores traen sufrimientos. Pero estoy empezando a pensar que es porque elegimos
mal: más por nuestras imposibilidades que por nuestras posibilidades. O porque
no queremos o no podemos ver; o porque
recién cuando vemos a la otra persona tal como es, después de mucho dolor,
comprendemos que nos enamoramos de un cuadro que nosotros mismos pintamos y no
de una persona.
¿Hay alguna fórmula para revertirlo?
No sé si es una fórmula, Pero más modestamente, creo que lo fundamental es
ser cristalinos y huir al menor atisbo de no transparencia del/la otro/a. Ante
la primera manifestación de tortuosidad.
¿Qué es el talento?
Es tratar de convertir a la vida en un arte y tener
como objetivo la bondad.
¿Para qué sirve la fama?
A mí para nada. Para muchos, sin embargo, es una meta... para la vacuidad.
¿Por qué algunos intelectuales creen que la gente feliz es tonta?
Porque leen libros pero no saben nada de la vida.
Son culturosos, no personas con
bibliotecas asimiladas para la sabiduría.
¿Hay máscaras buenas?
Las del teatro, porque en realidad desenmascaran.
¿Con qué vino se comen las pastas?
Me gustan y corresponde
con tinto. Pero en este caso no hay por qué hacer lo que corresponde.
¿Por qué los árboles se desnudan en otoño?
Porque no son tan convencionales como para esperar
al verano. Y para darnos la belleza de sus ramas en estado puro y en ascenso al
cielo.
¿Sirve el llanto ahogado para alguna otra cosa que para lavar el olvido?
Con el llanto ahogado no se lava el olvido. Pero
nunca olvides que muchos lloramos para
adentro.
Cristina, ¿por qué hacerse preguntas duele?
Pueden doler las respuestas, pero no siempre. Cuando
duelen es porque también la verdad suele angustiar mucho. Creo, sí, que lo
importante es tratar de aprovechar ese dolor para que un día no tengamos miedo
a nuestras propias preguntas.
¿Uno es el agua de su propia sed?
Vuelvo a lo de alguna pregunta anterior:
Dios-arte-amor son el agua en el desierto.
Pero el manantial está en nosotros, si tenemos Dios-arte y amor en
nuestro adentro. Dejame aclararte,
sí, que respeto también a quienes no creen en Dios y que yo no soy militante
religiosa. Creo, nada más (y tanto).
El poeta mexicano Jaime Sabines escribió: “mudé de piel a cada caricia”.
¿Qué quiere decir?
Lo mismo: que el amor y el arte son modificadores.
Si no...¿para qué todo? Pero mirá...Sabines –para tantos un escéptico- sin ser
explícito, está hablando de la esperanza.
¿Por dónde entra la luz?
Por el cuarto menguante que me grita belleza y vida
ahora, desde mi ventana. Por los ojos, por la risa, por el alma, por la
naturaleza. Por el arte, por el amor y por la luz Divina. Y naturalmente por la
poesía que es luz, infinita luz.
Cuando los gobernantes del mundo hablan de paz, ¿saben lo que significa,
en realidad?
A pocos les importa. Pero recordá siempre algo: la
paz no es sólo y tanto como la ausencia de guerra. La paz es una vida en
armonía, vivida a conciencia despierta
Buenos Aires (Argentina) 28 de mayo de 2001
Gabriel Bauducco es periodista y escritor y vive en
México