lunes, 6 de abril de 2015

MANIFIESTO Arte, Poesía y Vida, por Cristina Castello y Ricardo Dessau

©Cristina Castello
«Porque los hombres, Sócrates, han olvidado la obligación de pensar...»
Miguel Betanzos: Sócrates, el sabio envenenado

 Nosotros, poetas del universo  decimos
 «¡Basta!» y decimos «lobos».
« ¡Basta!»: una de las más hermosas palabras poéticas pronunciadas o a ser pronunciadas aún.
«Lobos».  Los poetas somos «lobos esteparios», y nos «organizamos», al modo de los lobos, no al del hombre lobo del hombre. 
«Los lobos sanos y las mujeres sanas... han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rastro de él. La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar.” -Clarissa Pinkola Estés, «Mujeres que corren con los lobos».
Nosotros, poetas del universo, somos lobos en defensa de ese «territorio salvaje» y sublime que, por fortuna, aún existe debajo de la vida transformada en «Dios Mercado».
Los poetas del universo aullamos que la Poesía es opositora, crítica, rebelde y subversiva por naturaleza.
Que la poesía destruye y se autodestruye en un solo movimiento.
Que se recrea a sí misma, y recrea el mundo permanentemente. Nietszche: «Di tu palabra y rómpete».
Decimos, con los surrealistas, que la Poesía es libertad absoluta.
Que es imaginación.
Y con el fuego prometeico de León Felipe, en un grito de ángeles, aullamos que la Poesía es un sistema luminoso de señales.
Aquí nuestro « ¡Basta!», nuestro aullido, nuestras señales.
Y nuestro intento de alas: 
  
  1. « ¡He aquí el tiempo de los asesinos!», escribió Rimbaud. Este tiempo se ha extendido hasta el siglo XXI, se ha profundizado como nunca y, por fin, parece haberse arraigado en la Tierra para siempre.

  1. Nosotros, poetas del universo, nos revolvemos contra ese «Tiempo de los Asesinos», como lo hizo la Poesía desde que el primer ser humano alumbró el primer verso y el primer ser humano dejó su primer trazo en la primera caverna.

  1. El Tiempo de los Poetas es el de las Madres dadoras de Vida. « ¡Ah, qué buena la tierra de mi huerto. Hace un olor a madre que enamora!» (Miguel Hernández).

  1. Es el tiempo de la poesía escrita y cantada en femenino, aunque la cólera, la disonancia, las aberraciones del lenguaje (para los «académicos»), la falta de «decoro» (para los «bienpensantes»), y la sed angustiosa de reparación dominen, y nos muestren como retoños de los viejos «asesinos». 

  1. Las mujeres y los varones poetas del Siglo XXI hemos decidido «matar» con palabras a los Asesinos con armas. Palabras no regladas por nadie más que por el propio poeta. Palabras no fraguadas en ninguna fragua más que en la suya: ni siquiera en la de los dioses, aunque el canto sea un don de ellos, ni menos que menos en la del lenguaje al uso (o «no lenguaje», en rigor), burda caricatura del Lenguaje Común y, por tanto, de la Razón Común, que les han sido arrebatados por los Asesinos al Pueblo convertido en masa.

  1. La masa no entiende la poesía; el Pueblo –o lo que aún pueda quedar de él–, sí.

  1. La Ilíada o la Odisea eran poemas tan extraordinariamente bellos como populares. En aquellos remotos tiempos no existía ninguna diferencia entre los griegos, o los antecesores de los griegos, y sus poetas. Grecia fue primero la Poesía y luego la Filosofía. Y la Poesía, durante siglos, se transmitió de boca en boca (y así se fundó la tradición oral), y la Filosofía era discutida en la plaza pública, en el mercado -con minúscula: tan sólo se trataba del mercado de huevos y gallinas- (y así se fundó la dialéctica, la discusión razonable tan vituperada hoy por el positivismo, el pragmatismo o la Razón Técnica).
©Cristina Castello 

  1. El positivismo, el pragmatismo y la Razón Técnica cumplieron la «misión» para la que nacieron: despojaron a los seres humanos de su herramienta fundamental: la posibilidad de decir «No», de criticar, de disentir. Lo despojaron de su «negatividad», el atributo humano por excelencia, el único que nos diferencia del resto de las criaturas del universo. Le domesticaron la rebeldía. En suma, nos transformaron en un «Sí» absoluto. Somos máquinas de admitir, consentir y asentir «consensos». Reflejos condicionados. La Humanidad se encuentra al borde de un precipicio cuyo fondo monstruoso no podemos concebir siquiera. « ¡Basta!», bramamos los poetas del universo.

  1. De las dos dimensiones esenciales que nos constituyen (la del «Sí» y la del «No»), nos han dejado sólo la primera, porque descarada pero insensiblemente se robaron la segunda. De ahí que los hombres sean hoy la reproducción fiel de aquel Hombre Unidimensional del que nos habló por primera vez el filósofo Herbert Marcuse en 1964.

  1.  Sin embargo, la Belleza, la Verdad y el Bien (los valores supremos socráticos y de toda la filosofía que siguió) sólo pueden ser captados en todo su esplendor por el «No».
El «No» niega la comodidad, la facilidad y la vulgaridad del dato inmediato, los «hechos». El «No» es símbolo de libertad.
Que la Tierra gira alrededor del sol, y no a la inversa; que el «David» de Miguel Ángel tiene la perfección de la que no hubiera podido gozar jamás el David real; y que el «otro», el prójimo, soy yo, constituyen revelaciones, manifestaciones del Ser que sólo se pueden avizorar más allá de los datos brutos de los sentidos, más allá del consentimiento ingenuo (del «Sí» asesino) que damos a lo que se nos aparece cotidianamente.

  1.  Los poetas del universo seremos los Poetas del «No», o no seremos nada.

  1.  Para nosotros «la Belleza será convulsa o no será» (Bretón).

  1.  Ese «No» es «totalitario» en el mejor sentido del término, es decir, es un «No» «totalizador». Incluye todos los asuntos del mundo humano, puesto que «nada humano nos es ajeno».
No nos son ajenos ni el amor, ni el erotismo, ni la sexualidad.
Ni la Pasión del Absoluto (Louis Aragon).
Ni las hoy llamadas «guerras».
«Guerras», dicen de las agresiones contra los pueblos más débiles de la Tierra, si son poseedores aún de alguna riqueza que se pueda saquear; o si ocupan alguna posición estratégica desde el punto de vista de la prosecución de la sagrada tarea del saqueo de otros pueblos que todavía queden relativamente indemnes. A los poetas del universo no nos son ajenas, y las vibramos. 
Como no nos son ajenas la miseria crecientemente «globalizada», ni la falsedad de  los también cada vez más globalizados «derechos humanos» que, en realidad, son los «derechos de los solventes».  «Derechos Humanos»: he aquí otra jugarreta con las palabras, esas palabras que tenemos el deber irrenunciable de defender de todo truco, de todo pase mágico que pretenda ocultar o deformar  la verdad. 

  1.  Los poetas del universo tenemos el deber de alumbrar auroras. Puesto que nuestro oficio son las palabras, nuestra obligación  -junto a nuestros camaradas creadores de la ficción literaria-       es la de desenmascarar los millones de términos y frases obviamente falsos que  nos «venden» como obviamente verdaderos.  Al igual que en el caso de los tan recitados «derechos humanos», nuestro deber moral, subversivo, escandaloso, demencial, para el mundo «políticamente correcto», consiste en denunciar la ya insoportablemente extendida y normalizada «defensa del medio ambiente».  ¡No! Rechazamos esa bandera cuando, hoy más que nunca, es enarbolada hasta el cielo por los mismos que depredan el planeta sistemáticamente. Abominamos también del resto de las banderas negras de los piratas del siglo XXI. Estas banderas ya no ostentan una calavera con dos huesos atravesados. En una mueca de puro mentir, nos exhiben los rostros de jóvenes bonitas o fascinantes, según corresponda, rostros con los que nos venden desde un automóvil hasta la creencia ingenua de que lo único que les importa a estos Asesinos internacionales, multinacionales y nacionales es nuestro bienestar o la preservación de la Naturaleza, nuestros «derechos humanos» y nuestra bendita -pero en el fondo despreciada por ellos- Madre Tierra. ¡Fariseos!  Los  poetas del universo tomamos como ejemplo al Cristo de los Evangelios, y marcharemos junto a los Pueblos cuando despierten y griten « ¡Basta!», y echen a los mercaderes del Templo. 
El Templo del siglo XXI ya  no está en Jerusalén: es la propia Humanidad encadenada y utilizada como hiedra enmohecida. « ¡Basta!»: Basta de seres humanos condenados y agradecidos de ser sometidos a las sombras.

  1.  Los poetas del universo nos comprometemos al amor.
 Porque tenemos la certeza de que ya no se vive el amor en los tiempos del cólera, sino la cólera despojada de todo amor. Y que por el sexo sin alma, ni vida, ni albores que nos rodea -virtual, incoloro, inodoro e insípido- , el Eros terminó en mera gestualidad patética y olvidó toda trascendencia.
El deseo pasó a los objetos de consumo y se consumió en ellos. Renunció al deleite de la comunión de cuerpos, almas y mentes, y convirtió al mundo en un «no lugar» deserotizado, con hombres y mujeres librados al consumo de su propia soledad.
Nosotros decimos « ¡Basta!» a este «hoy» deserotizado del mundo, donde cada «yo» es una mónada sin ventanas desde la cual nadie puede comunicarse con nadie. En esta compra-venta «global» donde también el amor es una mercancía, es hora de decir -otra vez con Marcuse- que la llamada «Revolución Sexual», que por fin iba a liberarnos y entregarnos la Felicidad, se convirtió finalmente en la «Revolución de los Negocios».
La Belleza es nuestro deber.

  1.  Un mundo sin amor es un mundo sin poesía. Si John Donne, Paul Eluard, Julio Cortázar, Paul Celan, García Lorca, Miguel Hernández, Nazim Hikmet o Robert Desnos resucitaran en este siglo «cambalache», continuación y superación insuperable del «cambalache» anterior, no escribirían, sin embargo, poemas ajenos al erotismo ni a la excelsitud del amor. Y nosotros, poetas del mundo situados en la más dramática encrucijada de dos siglos, levantamos sus antorchas y tratamos desesperadamente de reerotizar el mundo, desde y con nuestra Poesía.

17.  «No son restos, son semillas», dijo Tencha Bussi, frente a los «restos» de su amadísimo                 hombre y esposo, Salvador Allende. Y nosotros, poetas del mundo, nos comprometemos en            la   esperanza, en la lucha celeste y en la siembra. Para poder decir un día: 
   «Cumplimos. Hemos ‘matado’, con palabras, a los Asesinos».

* «Las semillas dieron sus frutos y petrificaron guadañas, para que nunca más haya mártires. Nunca. Nunca. ¡Nunca Más!»
* « ¡He aquí
      Por fin
      El tiempo de los que aman!»


... y aun cuando el rebaño pudiera vivir amordazado, aun cuando algunos toleraran o acaso prefirieran la discreción, él, Sócrates, no imaginaba siquiera un mundo hecho de silencios, un mundo sin la palabra que despierta, que aviva, que estimula, un mundo en que no existieran los versos de Homero ni las tragedias de Eurípides ni las historias de Heródoto. No imaginaba un mundo ayuno de voces y palabras, pues la palabra era como el antiguo fuego que Prometeo había robado a los dioses; la palabra otorgaba sentido al hombre y le confería un aura sagrada, casi divina, y sin ella quedaba reducido a una mera criatura salvaje y sentenciada a errar por el mundo como una sombra». Ibídem.]

© Cristina Castello y Ricardo Dessau 


Buenos Aires, 21 de noviembre de 2005

domingo, 5 de abril de 2015

CARTA ABIERTA A HORACIO VERBITSKY, por José Arturo Quarracino

Estimado Horacio Verbitsky: 
La lectura del artículo de su autoría, publicado el domingo 22 de febrero ppdo. me motiva a acercarle las siguientes reflexiones e interrogantes que me gustaría que pudiera aclarármelos, porque algunas de sus afirmaciones resultan un poco confusas. 
Usted considera que la marcha del 18 de febrero en homenaje al ex fiscal Alberto Nisman significa el nacimiento de una “nueva derecha con derecha electoral” que vendría a constituir un “saludable estabilizador”, ya que posibilita que la “oligarquía liberal” que nunca tuvo capacidad electoral recurría constantemente al “Partido Militar” para desplazar a los gobiernos democráticos. Según su análisis, este “Partido Militar”, brazo armado de la oligarquía minoritaria, será reemplazado de ahora en adelante por esta “nueva derecha electoral” que ahora enfrenta al gobierno kirchnerista en la calle y pretende hacerlo en las urnas.
Es evidente que, para usted, el gobierno al que pondera es de izquierda, combatido por la derecha. En este punto, permítame preguntarle: ¿quiénes son los representantes de la izquierda en el actual gobierno? ¿La presidente-hotelera? ¿El multiprocesado Amado Boudou, hijo político de Álvaro Alsogaray, “comandante” combatiente de los médanos de Puerto Madero? ¿Los hijos de la UCEDÉ como Diego Bossio, Ricardo Echegaray? ¿Los combatientes de las estepas santacruceñas como Ricardo Jaime y Julio de Vido? ¿Los gobernadores feudales como Gildo Insfrán, José Luis Gioja, Luis Beder Herrera? ¿El socio senatorial Carlos Saúl Menem? ¿Los emblemáticos pequeños productores como Lázaro Báez y Cristóbal López? ¿Los mini-emprendedores agropecuarios como Juan Manzur y Eduardo de Pedro? ¿Los ex funcionarios del Proceso Militar de 1976 como Felisa Micelli, Alicia Margarita Kirchner, Ginés González García? ¿El proletario empresario de medios Rudy Ulloa? Sería bueno que usted pudiera presentar a un cabal exponente de la izquierda en el gobierno.
Es evidente también que usted no se identifica para nada con esa “nueva derecha electoral”, lo que lleva a suponer que usted se definiría como un hombre “de izquierda”. Permítame preguntarle entonces: ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que colaboró como columnista en 1967 en la revista La Hipotenusa, dependiente de la Secretaría General de Presidencia de la Nación (a cargo del general Juan Carlos Onganía) y como colaborador de la Secretaría de Prensa de la mencionada Secretaría? ¿Cómo se compagina su identidad “izquierdista” con la colaboración con un gobierno del “Partido Militar”? ¿No es un poco contradictorio?

Más aún, ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que, según el Comodoro (R) Juan José Guiraldes hizo posible la publicación, en 1979, de un libro editado por la Fuerza Área, por cuanto reconoce que el mismo “no hubiera podido llegar a las prensas de no haber recibido el permanente aliento y la eficaz colaboración de Horacio Verbitsky”?[1]. Usted toma distancia del “Partido Militar”, al que identifica como brazo armado de la oligarquía liberal, ¿y colaboró con el mismo? ¿No es un poco contradictorio su izquierdismo? Además, ¿usted es el mismo Horacio Verbitsky que cobró durante 6 meses (de setiembre 1978 a marzo 1979 una retribución mensual de $ 700.000 por la redacción de esa obra, por parte del Instituto Argentino de Historia Aeronáutica “Jorge Newbery”, institución subsidiada por el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea? Ahora bien, ¿en esos años usted no había militado en la organización Montoneros? ¿Cómo es que colaboró en forma rentada con el “Partido Militar? ¿No es también contradictorio? ¿O en realidad usted estaba haciendo un fino trabajo de penetración izquierdista en la Fuerza Aérea?
Actualmente, usted sigue definiéndose como un hombre “de izquierda”. Según tengo entendido, desde el año 2000 usted preside el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). No puedo dejar de preguntarle entonces: ¿cómo compagina su militancia de “izquierda” con la presidencia de una institución que es subsidiada anualmente por fundaciones ligadas estrechamente al poder financiero internacional angloamericano? El año pasado una de estas instituciones, la Fundación Ford, lo subsidió con 2.600.000 dólares para promover unos proyectos[2]. Bien sabe usted la mencionada fundación es un ariete del Departamento de Estado norteamericano, como lo ha denunciado el sociólogo James Petras, y que desde hace décadas fue presidida por personajes todos vinculados a la familia Rockefeller (McGeorge Bundy, Richard Bissel Jr., Susan V. Berresford, Darren Walker[3], etc.)[4]. Si usted es de “izquierda”, ¿cómo se explica que el Departamento de Estado y la familia Rockefeller, en vínculo estrecho con la CIA, subsidien sus actividades democráticas y revolucionarias a través de la Fundación Ford? 
Pero también subsidia a su Centro el National Endowment of Democracy (NED), organismo fundado en 1983 por el entonces presidente Ronald Reagan para “fortalecer las instituciones democráticas a lo largo del mundo a través de esfuerzos no-gubernamentales”[5]. Permítame preguntarle: ¿usted como hombre de izquierda y con su pasado militante revolucionario en Montoneros coincide con los ideales “democráticos” de Ronald Reagan y del Departamento de Estado, y recibe subsidios por ello?
Verbitsky con Perón en España, en los '70
También el CELS que usted preside recibe subsidios de la Fundación Tinker. Esta organización no-gubernamental tiene como su misión fundamental “promover el desarrollo de una sociedad igualitaria, sostenible y productiva en América Latina y mejorar la comprensión en los Estados Unidos de América Latina y cómo las políticas estadounidenses pueden impactar en la región”[6]. Entre sus directores se encuentran Renate Rennie, Alan Stoga, Susan Segal, todos ellos miembros del Council on Foreign Relations, el famoso think tank controlado desde la década de 1940 por David Rockefeller y la oligarquía financiera estadounidense[7]. Según informa este organismo, en el 2011 le entregaron al CELS un subsidio por 150.000 dólares para “promover la implementación de políticas generales de seguridad pública en Argentina basadas en principios democráticos”[8]. Si usted es un hombre de “izquierda” crítico del capitalismo, ¿por qué promueve políticas de seguridad pública según la ideología de representantes del más rancio capitalismo yanqui? ¿También los ha engañado a ellos, y les saca subsidios para promover políticas de izquierda? 
Llamativamente, también subsidian al CELS el Foreign Office inglés y la Embajada Británica en Buenos Aires. Permítame preguntarle: ¿cómo se explica que el enemigo histórico de nuestra Argentina e invasor de nuestro territorio patrio, tal como lo ha descrito magistralmente Raúl Scalabrini Ortiz, lo subsidien a usted, supuestamente “enemigo mortal” del capitalismo? Si es verdad que usted milita en una postura de izquierda enemiga del capitalismo representado históricamente por el Imperio Británico y sus finanzas, ¿cómo es que esta oligarquía plutocrática anglosajona y americana subsidia sus actividades de “izquierda”? ¿Cómo hizo para engañarlos y que hasta ahora no se hayan dado cuenta? No hay que olvidar que quienes forman parte de estas instituciones británicas juran fidelidad absoluta a la Corona británica. Es asombroso que los servidores de la Corona británica subsidien su militancia “izquierdista” anticapitalista en el CELS y no se den cuenta de ello. ¿O lo saben?
Estimado Horacio, creo que como cultor de la memoria, verdad y justicia hoy tan promocionadas, usted no tendrá problemas en aclarar o explicar estos interrogantes que nos planteamos, para poder entender su crítica a la “nueva derecha electoral” desde la perspectiva de “izquierda” que usted promociona desde hace décadas. Para quienes leemos sus notas y comentarios políticos será muy importante entender también cómo es que se puede recibir subsidios y apoyos de los dueños del capitalismo mundial para promover políticas de izquierda anticapitalista.
Lo saludo atte.
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[1] Comodoro (R) Juan José Guiraldes, El poder aéreo de los argentinos, Círculo de la Fuerza Aérea-Dirección de Publicaciones, Buenos Aires 1979, p. 9.
[2] Según datos informados por la Fundación Ford enhttp://www.fordfoundation.org/grants/grantdetails… y enhttp://www.fordfoundation.org/grants/grantdetails…
[3] En http://www.fordfoundation.org/abou…/leadership/darren-walker 
[4] Sobre el vínculo estrecho entre la Fundación Ford y la CIA, lo puede consultar enhttp://www.voltairenet.org/article123675.html… y en http://www.rebelion.org/petras/english/ford010102.htm 
[5] Explicitado en en http://www.ned.org/about/about.html
[6] En http://www.tinker.org/
[7] En http://www.tinker.org/content/board-directors
[8] En http://www.tinker.org/…/formulation-and-implementation-publ….
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José Arturo Quarracino
Roque Esteves Correa 150
B1834FUD Temperley (Pcia. Bs. As.)
ARGENTINA
Tel: (0054 11) 2061-9212
Cel: (0054 11) (15) 6182-3623
Lomas de Zamora, 24 de febrero de 2015
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*La Carta Abierta se publicó sin fotos; las agregué para el blob (c.c.)